El embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, acusó hoy a Estados Unidos de tratar de desestabilizar a su país al llevar la crisis que vive al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"EE.UU. pretende utilizar el Consejo de Seguridad para intervenir en los asuntos internos de Venezuela", aseguró Ramírez durante un discurso ante la Asamblea General.
Sus palabras llegaron después de conocerse que el Consejo, a iniciativa estadounidense, está estudiando celebrar una reunión el próximo lunes para analizar la crisis venezolana.
Para Ramírez, EE.UU. está utilizando sus privilegios como miembro permanente para "adelantar sus propios intereses nacionales, en este caso, para desestabilizar a nuestro país".
El embajador venezolano recalcó que para la mayoría de países de la ONU y miembros del Consejo de Seguridad la situación en Venezuela "no constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacional", por lo que debería estar fuera de la agenda de ese órgano.
"Nosotros, los venezolanos, como lo hemos dicho y demostrado, resolveremos nuestros propios asuntos en paz y exigimos respeto a nuestra soberanía e independencia. No queremos más intervencionismo norteamericano en nuestros asuntos", insistió.
"Fórmula Arria"
La reunión sobre Venezuela en el Consejo de Seguridad, aún pendiente de confirmarse, se llevaría a cabo bajo la "Fórmula Arria", un formato informal y habitualmente a puerta cerrada que permite la asistencia de invitados.
Fuentes de la Organización de los Estados Americanos (OEA) dijeron hoy a EFE que su secretario general, Luis Almagro, "tiene en sus planes" participar en la cita.
Ramírez acusó a EE.UU. de estar usando "todo tipo de patrañas y manipulaciones, todo tipo de eventos paralelos e informales" para perjudicar a Venezuela.
"La maniobra de Estados Unidos descubre sus verdaderas intenciones de desestabilizar nuestro país", subrayó.
EE.UU. llevó la situación en Venezuela al Consejo de Seguridad en mayo pasado, pero el asunto no se ha vuelto a abordar desde entonces, después de que numerosos países consideraran que no había una amenaza para la paz y la seguridad y, por tanto, que no correspondía al órgano ocuparse.
Naciones Unidas / EFE