La Alcaldía de Sotillo ha tomado varias medidas en el marco de la cuarentena decretada por el Gobierno nacional para frenar la expansión del Covid-19, y una de ella fue regular el funcionamiento del mercado municipal.
La mandataria Herminia García Ron ordenó el desalojo de los vendedores informales de las calles Venezuela y Dividive, redujo el horario laboral, controló el acceso de compradores, estableció días de funcionamiento para los comerciantes de las áreas internas y externas y ordenó el cierre total del recinto, los lunes, para lavarlo y desinfectarlo.
Ante este cierre, los vendedores informales optaron por desplazarse unas cuadras más y este lunes se adueñaron de la calle Simón Rodríguez para instalar sus tarantines, a fin de expender sus productos.
Los ciudadanos Biomar Ortíz y William González señalaron que esa anarquía perjudica a los conductores, pues este día era imposible que un carro pudiera circular por la citada vía, debido a la gran cantidad de vendedores que allí se habían instalado.
“Esto es un abuso. Nadie pone orden ni hace respetar la ley. Lo que pasa es que, según se dice, la mercancía que venden los buhoneros es de guardias nacionales y agentes de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo), por eso no les hacen nada a los buhoneros”, aseveraron.
Exigieron que las autoridades tomen cartas en el asunto, pues además de crear un caos, esta situación puede ser un caldo de cultivo para la propagación del coronavirus.
Puerto la Cruz / José Useche