Los precios en dólares ya no se muestran con disimulo y es que hasta en los puestos de comida rápida, los menús se ofrecen en divisas y por combos. Esto es con la intención de atraer clientes por la falta de efectivo y como estrategia para conseguir la moneda estadounidense que gana ventaja ante el bolívar. Así lo manifestó José Daniel Campos, vendedor de desayunos en la calle Bolívar de Puerto La Cruz.
Campos aseguró que tuvo que apostar por la “tendencia de la dolarización” para generar más ventas durante la pandemia del COVID-19 y porque algunos clientes llegaban comprando con moneda estadounidense, pero se iban porque no tenía para darles cambio.
En el “carrito” del vendedor hay un gran letrero que estampa la promoción de 4 tequeños o empanadas más 4 jugos por 1 dólar. Asegura que desde entonces ha tenido mayor ganancias. El pago en bolívares es igual de aceptado.
Yurbie Prieto, encargada de un puesto de comida rápida en las inmediaciones del terminal de pasajeros porteño, apuntó que en vista de que ya los viajeros no se movilizan con tanta frecuencia por la cuarentena, tuvo que mudar su puesto más hacia el centro de la ciudad y copiar la medida que se venía aplicando entre la competencia.
“Aunque no es la moneda local, la venta en dólares ha sido bien acogida, incluso vienen más clientes que antes porque actualmente muchas personas tienen dólares, no porque los cobren sino porque los cambian, es decir, la devaluación del bolívar nos ha llevado a eso”, sostuvo la mujer.
Señaló que a través de la adopción de esta nueva estrategia económica tienen mayor posibiidad de reponer el inventario. “El ingreso que teníamos anteriormente no nos daba para pagar los paquetes de tequeños, frutas para las bebidas, la recarga de la bombona, el aceite para freír, el salado para el relleno que requería de una alta suma, a veces de más de 10 dólares”, puntualizó.
Prieto ofrece otros combos de alimentos por el precio de 1 dólar. Pueden ser dos perros calientes o cuatro empanadas y dos cafés pequeños.
Los vendedores coincidieron en que han tenido que apostar a este y otros métodos para resistir a la hiperinflación y mantener sus puestos que son su fuente de ingresos.
Milena Pérez / Puerto La Cruz
