Vivir al final de la avenida Bermúdez, cruce con la calle Pinto Salinas, en Barcelona, se ha convertido en un dolor de cabeza para los vecinos debido al estancamiento de las cloacas.
Aunque la mayoría de los residentes comentaron que la insalubridad es de vieja data, Rafael Lugo señaló que hace una semana empeoró, aumentando el nivel del líquido putrefacto.
“Se ha denunciado por todos lados y no nos vienen a solucionar. La gobernación y la alcaldía están al tanto de lo que ocurre. Ayer (lunes) nos comunicamos con el presidente de la Corporación de Servicios Públicos, Franklin Marín, nos dijo que iba a reparar, estamos esperando”.
Según Lugo, la obstrucción de la tubería que tiene salida hacia el canal es lo que hace que la aguas negras se regresen y se concentren en este punto, que es el más bajo de la avenida y que divide a los sectores El Espejo 1 y Barrio Sucre.
“A mi esposa y a mi hija les dio salmonella porque se está mezclando el agua potable con la de las cloacas. Esta vez la situación ha sido peor, porque no le han hecho mantenimiento al sistema de drenaje, sólo limpiaron el canal”, resaltó Lugo.
El vecino Juan Bautista Márquez, quien todos los días se sienta en la puerta de su casa a "sentir" el aire libre, dijo que ya está acostumbrado a los malos olores, pero los zancudos que proliferan como consecuencia del desborde, no le permiten estar afuera después de las 5:00 pm.
“Y las aguas se estancan más feo cuando llueve, cuando el nivel alcanza un metro de altura en mi casa. Imagínate cómo suele afectarse el resto de los vecinos que viven a menor altitud. Pero también hay que hacerle un llamado de conciencia a las personas, porque a veces limpian y dejan la basura en la calle”, mencionó Márquez.
Barcelona / Elisa Gómez
