Recibir agua potable por gravedad, es decir, de la que cae por su propio peso hasta las comunidades, es un beneficio que pocas familias tienen de manera normal en la zona metropolitana del estado Anzoátegui, en medio de las fallas de distribución que se han acentuado en los últimos meses y ni hablar en esta época de lluvias.
Según el testimonio de usuarios consultados, la situación los ha llevado a esperar 15 días y, mucho más, a que se restablezca el servicio por tuberías, lo cual, en algunos casos, esto ocurre sólo en horario nocturno. Igualmente han tenido que pensar en cuáles son sus posibilidades económicas de comprar una bomba hidráulica, que los ayude a abastecerse cuando el sistema de envío está activo.
Esta última alternativa es la que han aplicado varios vecinos del sector Buenos Aires de Barcelona, donde desde hace más de tres meses es escaso el abastecimiento por gravedad.
“No es fácil comprar una bomba hidráulica ahorita, cuando los precios superan los $30, pero en mi casa, como gracias a Dios trabajamos tres personas, reunimos poco a poco para hacer ese sacrificio. Es que el agua es una necesidad y aunque en todos lados falla el servicio, para los que sólo nos surtimos por gravedad, la situación se pone peor, porque nos llega de último y no sé porque, será que no están enviando con la misma fuerza de antes”, señaló el vigilante Gustavo Castillo.
El residente de la misma comunidad, Jesús Itriago, manifestó que en las últimas semanas, el recurso sólo sale por las tuberías a altas horas de la noche. Se va antes de que salga el sol.
“Yo he tenido que trasnocharme hasta las 2:00 am o 3:00 am para llenar, mínimo, ocho botellones de 20 litros, porque ya no llega el agua durante el día. La otra opción que tengo es pedirle prestada la manguera a un vecino, que sí tiene bomba, para llenar más rápido, pero me da pena hacerlo siempre, porque mi bomba se me dañó hace varios meses y no he podido reunir para comprarme otra”.
2 mesesaproximadamente, estuvieron sin agua por gravedad en residencias de la urbanización Guanire de Puerto La Cruz.
”El tanque de mi casa es subterráneo y se llena directamente con la tubería de la calle, pero no entraba nada. Mi vecina que tenía bomba era quien lograba sacar y nos auxiliaba”, dijo Hermes Mendoza.
Y es que en un solo envase, Itriago puede tardar más de 20 minutos para llenarlo, dependiendo de la fluidez. Comentó que lo almacenado le alcanza hasta para tres días.
En la urbanización Guanire de Puerto La Cruz, casi al extremo del eje metropolitano, los habitantes están en similares condiciones desde hace un año, aproximadamente.
Mercedes Ramírez relató que la situación es tan “grave”, que ya no pueden abrir varios grifos en la misma casa porque se les va el servicio.
“Uno tiene que abrir una sola llave y de ahí vamos almacenando; no es la idea, pero por lo menos nos llega por la tubería. Si tuviésemos una bomba, quizás el problema no sería tanto, pero eso es un lujo ahorita y no tienes garantía de que te dure mucho, porque ahorita están saliendo muy malas”, expresó.
En el sector B de esta comunidad, hay familias que aseguraron tener muchos años soportando esta irregularidad y no reciben explicación alguna por parte de la hidrológica.
“Nos llega a veces. Hay ocasiones que les llega a los habitantes de la parte de abajo y a nosotros no. Quienes nos auxilian son las personas que viven en las invasiones que están en la parte de atrás, quienes gracias a Dios nos pasan la manguera para poder llenar nuestros tambores”, relató.
Actualmente, en el zona norte son diversos los comercios que exhiben bombas de agua a precios cotizados en dólares.
Según vendedores, los costos varían dependiendo de los caballos de fuerza (H.P), la marca y el embobinado: si es de aluminio o cobre, puesto que este último, al parecer, es el más duradero.
Durante el recorrido que realizó el equipo de El Tiempo se constató que el costo de las bombas de agua de 1/2 Hp, las que normalmente se utilizan en una vivienda, parten de $35, para la etiqueta americana USA y la italiana Genpar, ambas con el embobinado de cobre.
Un aparato con este caballo de fuerza puede llegar a valer hasta $130, como por ejemplo los de marca Pedrollo, considerado uno de las mejores del mercado.
Puerto La Cruz / Elisa Gómez
