El cadáver de Rafael de Jesús Hernández Clemente, de 35 años, fue hallado en el piso del anexo B del Centro de Coordinación Policial de El Tigre, a las 11:30 de la mañana de este lunes.
El ambiente era de silencio. Nadie habló y al que se le ocurriera decir algo, sería hombre muerto. Es la ley dentro del recinto carcelario.
Según el reporte policial el reo fue asfixiado por sus compañeros de celda con una sábana o almohada, al parecer por mantener una conducta hostil contra ellos y pretender socavar la paz y convivencia dentro de los calabozos.
El comisario José Romero Peña, jefe del CCP de esa ciudad, informó que a la víctima lo apodaban “caracas” y era procesado por el homicidio de Marcos Jesús Tinoco Álvarez, ocurrido en el sector Villa Clara de la población de Pariaguán, municipio Miranda, el 15 de abril de 2017.
Señaló que Hernández había estado detenido en Soledad donde pretendía convertirse en pran, pero encontró resistencia entre los otros internos y hubo que trasladarlo a El Tigre el pasado 30 de junio. En este retén quería crear conflicto y los otros presos no se lo permitieron.
El cadáver fue llevado por una comisión de la policía científica a la morgue del hospital Felipe Guevara Rojas, donde fue reclamado por sus familiares.
Barcelona / Eleida Briceño
