Un ataque ucraniano con Himars contra una concentración de soldados rusos en el puerto ocupado del Mar Negro de Skadovsk, cerca de la península de Crimea, acabó con la vida de al menos cinco soldados e hirió a una quincena de militares rusos, según informaciones de fuentes ucranianas y de expertos independientes que siguen la guerra.
“Ya se sabe de al menos 15 heridos y 5 ‘rusos buenos’ que nunca regresarán a casa”, ha escrito en su cuenta de Telegram Petró Andriushenko, asesor del alcalde en el exilio de la ciudad ocupada de Mariúpol y uno de los portavoces ucranianos que informan a la población de lo que ocurre en los territorios ocupados.
El ataque, que según canales de Telegram ucranianos y especialistas independientes en el análisis de imágenes por satélite se habría llevado a cabo con un lanzacohetes estadounidense HIMARS, alcanzó un edificio de Skadovsk, en la provincia sureña de Jersón, en el que se concentraban soldados rusos.
El Ejército ucraniano utiliza el armamento occidental de precisión de largo y medio alcance que ha recibido de sus socios para golpear aglomeraciones de tropas rusas, material militar y puntos logísticos del enemigo en los territorios ocupados de Ucrania.
Kiev tiene prohibido por sus aliados usar estas armas para atacar territorio ruso, por el temor de los Gobiernos que envían este material a las posibles represalias del Kremlin.
Con buena parte del frente estancado tras la falta de conquistas sustanciales en la última contraofensiva ucraniana, los ataques a objetivos enemigos detrás de la línea del frente tomarán más protagonismo en lo que el jefe del Ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni, ha definido este mes como una nueva «fase posicional» de la guerra.
Kiev / EFE
