Cuando Daryl Thompson se para en el montículo del estadio Alfonso “Chico” Carrasquel, la confianza de la fanaticada oriental se incrementa.
Con su capacidad para mezclar envíos (rectas, sliders, sinkers y curvas) es capaz de silenciar toleterías.
Trabaja en las esquinas del plato y eso le permite sorprender a los bateadores, que varias veces acaban abanicados.
Por su capacidad de “esconder” pitcheos, Oscar Rivas, narrador oficial de la tribu, lo bautizó “El Mago”. Aunque se siente halagado por ese apodo, el estadounidense afirma que su desempeño no obedece a poderes sobrenaturales.
“Nunca me he considerado un verdadero mago. No sé hacer ningún truco”, dice un sonriente Thompson. “Sólo localizo mis pitcheos en diferentes zonas, para lograr outs”.
Solvencia
La estrategia del serpentinero, de 32 años, funcionó a la perfección en la ronda eliminatoria del certamen 2017-2018 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (Lvbp).
En esa fase toleró 21 carreras limpias en 67.2 entradas. En 14 duelos (13 de ellos como abridor) registró efectividad de 2.79, la cuarta mejor del curso. Propinó 50 ponches, el segundo total más elevado del torneo.
En postemporada, su porcentaje de carreras limpias (PCL) se ha elevado a 4.32, aunque no eso no lo preocupa.
“A veces, no salen las cosas, sobre todo, cuando laboró en el “Chico” Carrasquel, que es un parque para bateadores, no me salen las cosas, pero trato de mantener bajos los envíos para obligarlos a pegar roletazos. Cuando te dan elevados, la mayoría de las veces la bola cae en las gradas”, dijo Thompson, quien tiene foja de 1-0 en el actual playoff.
Puerto La Cruz / Joseph Ñambre