La histórica caída de los precios del petróleo derivada de la pandemia del coronavirus se está haciendo sentir en todo el Medio Oriente, donde naciones dependientes del crudo se afanan por compensar las pérdidas de su principal producto de exportación. Se anticipa que todas las naciones del Golfo Pérsico, incluidas las más ricas, sufrirán una contracción de sus economías y que Irak será la más golpeada.