Darwin José Jiménez López, de 27 años, quien laboraba como alineador en una cauchera, en Barcelona, murió la noche de este martes 18, cuando se bañaba en un tanque, junto a unos amigos y su jefe, del nuevo local al que se habían mudado.
El joven, quien vivía en el edificio Victoria, en la avenida Juan de Urpín de Barcelona, se tomaba unos tragos con el grupo para celebrar que habían instalado el negocio en otra edificación, la cual tenía un tanque subterráneo.
Jiménez decidió darse un chapuzón y se lanzó al agua. Al cabo de un rato y al ver que no salía a flote, sus amigos se lanzaron a buscarlo y lo sacaron ahogado. Al parecer le dio calambres en las piernas y no pudo salir.
Daniel Jiménez, hermano de Darwin, reclamó sus restos este miércoles en la morgue de Barcelona.
Dijo que su pariente era casado y dejó una niña de seis meses de nacida.
Barcelona / Eleida Briceño