Los tres mosqueteros de Greg Popovich ya no están, Tim Duncan, Manu Ginobilli y Tony Parker son parte de la historia de Spurs de San Antonio, y sin por lo menos uno de ellos tres, el equipo texano dejó de avanzar a playoff desde 1998.
San Antonio inició su último juego en la burbuja de Orlando sabiendo que ganar o perder daba igual, ya que sus aspiraciones de avanzar a la postemporada se habían esfumado minutos antes con los triunfos de Memphis y Phoenix.
Fue una temporada de 32 victorias y 39 derrotas para Popovich y sus nuevos muchachos, con la que de a poco comenzaron una reestructuración de la plantilla para buscar emerger como ese equipo que desde 1997 ganó cinco campeonatos, alcanzó 18 temporadas consecutivas con 50 o más triunfos, y en el que el coach fue nombrado en tres temporadas como el mejor dirigente del año.
En ese lapso, San Antonio ganó más que cualquier otra franquicia de la NBA, 1260 juegos y perdió 660, para promedio de victorias de .690, mejor porcentaje en la liga.
A las figuras ya establecidas como DeMar DeRozan, Patty Mills, Ruddy Gay se le unieron este año jóvenes promesas como Keldon Jhonson, Luka Samanic, y Lonnie Walker IV, quienes intentarán revivir las buenos momentos de las últimas dos décadas.