El hurto de electrodomésticos provocó la ira de un grupo de vecinos que, cansado de la reiterada conducta de un presunto ladrón, tomó la justicia por sus propias manos y, en medio de una disputa, lo mató a tiros.
Ángel Rafael Guillén, de 25 años conocido como “el temiga”, se hallaba en su residencia en la calle La Ilusión del barrio Los Olivos, en el sector Puente Ayala de Barcelona, cuando algunos habitantes del lugar le reclamaron por los aparatos que al parecer se había llevado.
Voceros policiales indicaron que Guillén salió de su casa y negó que estuviera implicado en el hurto, pero los residentes no le creyeron. Se formó una trifulca durante la cual uno de ellos sacó un arma y le disparó. Dos balas lo impactaron en la región del tórax, ocasionándole la muerte.
Detectives del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Anzoátegui iniciaron las averiguaciones para determinar quién, entre las personas que se hallaban en el grupo, cometió el homicidio.
El cadáver de “el temiga” fue ingresado en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), donde fue reclamado por sus familiares.
Barcelona / Eleida Briceño
