Representantes gremiales del estado Anzoátegui elevaron su voz este lunes, a propósito de que el pasado 15 de marzo se cumplieron tres años del aumento del salario mínimo de Bs 130, el cual en su momento equivalía a $30, para exigir que se actualice el monto.
La presidenta estadal del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), Maira Marín, manifestó que a más de 1.000 días de esta fecha, el valor se traduce a menos de $2 mensuales.
"Ningún trabajador y mucho menos nuestros maestros podemos sobrevivir con un salario que promedia el equivalente a 7 dólares (de acuerdo a la tabla del gremio). Tenemos todo ese tiempo sin percibir un aumento salarial, por lo que solicitamos y exigimos que se actualicen las discusiones y firmas del contrato colectivo porque tenemos una cesta básica cercana a los 500 dólares. No es justo que un profesional tenga que dedicarse a otras laborales para subsistir e inclusive subsidiar el sistema educativo", expresó Marín.
El coordinador del Movimiento de Trabajadores de la Salud (Motrasalud), Edisson Hernández, instó a las autoridades nacionales a que se aboquen a brindarles una respuesta a toda la masa laboral porque, asegura, que mientras el salario se mantiene paralizado en Bs 130, los servicios públicos como el transporte, electricidad y agua han sido elevados.
"Fueron aumentados 300% y prácticamente han sido indexados al valor del dólar, que no ha parado de subir su precio. El llamado es al gobierno, en nombre de los trabajadores, para que tomen las medidas necesarias a fin de elevar el salario a un monto justo, que corresponda con los sacrificios que ha hecho la clase trabajadora y acorde a como lo establece el artículo 91 de la Constitución", solicitó Hernández.
Marín aseguró que las políticas de bonificaciones del salario que existen actualmente atentan contra las reivindicaciones adquiridas en los contratos colectivos porque no tienen incidencia en el bono vacacional, el de fin de año y menos en las prestaciones sociales.
"Un educador que pasa 20, 25 años en la administración pública en el proceso de enseñanza, al jubilarse, hoy las prestaciones sociales que recibe dan tristeza. Prácticamente tenemos un magisterio muy deprimido, muy triste, muy descompensado económicamente y también socialmente. Por eso es que exigimos que se produzca un aumento de salario ya, que realmente se atienda la emergencia de la situación socioeconómica que estamos padeciendo los educadores", fue parte de la solicitud de Marín.
Barcelona / Elisa Gómez