El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, visitó este viernes la provincia del Darién donde enfrentará uno de sus principales desafíos: la incesante migración desde Sudamérica con destino a Estados Unidos.
Mulino, quien tomará las riendas del país centroamericano a partir del lunes, ha prometido desde su campaña, que lo llevó a ganar las elecciones en mayo, que buscará cerrar ese corredor selvático en la frontera con Colombia por donde cruzaron el año pasado más de medio millón de migrantes y más de 186.000 lo han hecho en lo que va de 2024, en su mayoría venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos.
El nuevo líder de 65 años, acompañado de su equipo ministerial designado, llegó hasta un centro de recepción temporal, donde migrantes le contaron las dificultades económicas y de seguridad en sus respectivos países que los empujaron a transitar la ruta a veces mortal.
“Con ese gobierno que tenemos allá (en Venezuela) nunca tenemos vida”, dijo a The Associated Press, Georyeth Barreto, un treintañero que dejó a su familia y a su hija de ocho años en la ciudad de Maracaibo. “Mi hija nació con un problema del corazón y no hay insumos, no hay dinero, no alcanza para nada».
Mulino también ha dicho que repatriaría a los migrantes que sigan cruzando el Darién, pero los expertos consideran que sería una tarea difícil y que sólo lograría deportar a un porcentaje mínimo cada día, además de lo costosa que sería la operación.
El nuevo presidente ha dejado entrever que buscaría acuerdos con Estados Unidos en esos esfuerzos en momentos en que persisten las denuncias de abusos, violaciones a los derechos humanos y testimonios de muertes por esa ruta.
Del lado colombiano, donde inicia la travesía por la selva, los riesgos para los migrantes incluyen la trata de personas y la violencia sexual, especialmente para los que tienen que pasar varios días en pueblos del Caribe colombiano porque sus recursos son limitados y están “desesperados por encontrar dinero para pagar las exorbitantes tarifas” de miles de dólares que les permitan continuar su viaje al Darién, advirtió un informe de la relatora especial sobre la trata de personas de las Naciones Unidas divulgado el viernes.
Por su parte, Frank Ábrego, ministro de defensa designado por Mulino, destacó que al Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) ha implementado bloqueos en la mayoría de los pasos fronterizos en la región de Darién.
Ábrego explicó que, de los múltiples puntos de entrada previamente disponibles, solo uno permanecerá abierto para el tránsito.
«Ese es el único lugar por donde se va a permitir el paso con una plena identificación, en este caso un pasaporte o documento similar que sea valedero para que las autoridades de migración de la República de Panamá puedan autorizar su paso dentro del marco del corredor humanitario que está establecido», detalló el ministro en un comunicado oficial.
Ciudad de Panamá / Redacción Web