El que en algún momento llegó a ser un equipo aguerrido, codeándose con los mejores rivales en la élite del fútbol venezolano, hoy deambula en la oscuridad y vive con la pena de desconocer el futuro que le espera. El Deportivo Anzoátegui (Danz) atraviesa la crisis más dura desde su fundación en 2002.
Aunque en varias oportunidades ha caminado por la cornisa del descenso, diversos factores lo mantienen en la Primera División del balompié criollo.
El 24 de noviembre el Consejo de Honor de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) le otorgó al club una prórroga de 90 días, para cancelar las deudas, dándole la posibilidad de iniciar la temporada 2018 en la categoría de oro.
Vencidos los tres plazos iniciales, los demandantes Renny Vega y Luis Mago acordaron con la directiva de la divisa extender la fecha tope para percibir sus pagos. El documento fue entregado al comité honorífico, que lo recibió como un acuerdo entre las partes.
Danz tendrá hasta el 24 de febrero para saldar las cuentas pendientes. La cifra general que adeuda la institución es de aproximadamente un millón 200 mil dólares.
Éxodo
Continuar en el principal certamen futbolístico del país representará una tarea complicada para el cuadro que dirigió Charles López hasta el Torneo Clausura 2017, pues 95% de la nómina se planteó la salida del conjunto oriental.
Los defensores Rubén Ramírez y Édgar Mendoza serían los únicos vinculados a la institución hasta el 2018, aunque este último confirmó a El Tiempo que no continuará en con los deportivistas.
Puerto La Cruz / Richard Guerra
