Ante un rebrote de casos de coronavirus, las autoridades francesas batallan para seguir el ritmo de las demandas de pruebas. Una de las razones es que muchos laboratorios para su realización se encuentran cerrados durante las vacaciones de verano de su personal, al tiempo que aparecen indicios de una segunda oleada de contagios.
Médicos y expertos indican que la falta de personal por vacaciones es tan solo parte de una larga serie de fallas en la estrategia de pruebas en Francia, estrategia que el propio panel de asesores del gobierno sobre el virus catalogó esta semana de desorganizada e “insuficiente”.
“Primero, hay una escasez de trabajadores para realizar la prueba. Si no pedimos a todo el personal sanitario que esté disponible para movilizarse, entones simplemente no hay gente suficiente”, señaló el médico del servicio de emergencias Christophe Prudhomme a The Associated Press en su hospital en Bobigny, un suburbio de París.
“Y luego está la cuestión de la organización”, agregó, exhortando a las agencias regionales de salud “a organizar las pruebas a fin de que no sea el ciudadano quien tenga que tomar su teléfono y tratar de contactar a siete u ocho laboratorios para sacar una cita para la próxima semana”.
Problemas
Los problemas en la realización de pruebas también han plagado Estados Unidos y otros países. Pero el ritual francés de partir en agosto hacias a las playas, montañas o casas de campo complica la situación.
Los anuncios de “cerrado por vacaciones” cuelgan de puerta en puerta por todo París este mes, desde panaderías a zapaterías y los emblemáticos cafés.
Los consultorios médicos y laboratorios clínicos no son la excepción. Su personal necesita un descanso más que nunca en este año complicado. Y mientras los parisinos disfrutan de sus vacaciones en las provincias, la demanda de servicios médicos usualmente disminuye en verano.
Pero este agosto, el distanciamiento social ha generado que las filas se extiendan afuera de los pocos laboratorios de la capital francesa que permaneces abiertos, desde la llamada “margen derecha” hasta los canales en el norte de la ciudad. Obtener cita para una prueba puede tomar una semana o más. Lo mismo para obtener los resultados.
Eso resulta preocupante en un país que vio a los hospitales de renombre prácticamente saturarse con pacientes de COVID-19 en la primera olea de contagios -en parte debido a medidas inadecuadas de pruebas- y que ya ha perdido más de 30.000 vidas en la pandemia.
París / Angela Charlton y Nadine Achoiu Lesange / AP