La condición sísmica del estado Sucre es la más alta del país, con la probabilidad de que ocurran eventos telúrico que marquen lecturas a partir de 7 MW en los sismógrafos.
La norma cambió a partir del terremoto de Cariaco, que también impuso la necesidad de educar a la población de la entidad sobre la importancia de actuar de una forma específica al momento de que ocurran estos fenómenos.
Jhonatan González, coordinador de Educación de Protección Civil (PC) del estado Sucre, sabe mucho del tema e insiste en que la base de todo es la formación y fomentar la cultura de la prevención.
De allí que no dudó en acudir con su equipo a la alcaldía de Bermúdez para dictar una charla sobre eventos adversos y la forma de actuar en esos casos.
La iniciativa también partió del personal del Instituto Autónomo Municipal de Desarrollo Agropecuario (Iadamber), cuya sede está en el edificio de Fundación Carúpano, donde comparte el espacio con otras instituciones, y que por su altura y condiciones requiere que el personal que allí trabaja y los usuarios que acuden cada día, sepan cómo actuar a la hora de un desalojo.
González definió los eventos adversos como cualquier fenómeno que puedan ocasionar daños a la vida, a los bienes y al ambiente, y que pueden ser de origen natural o antrópico u ocasionado por el ser humano.
Explicó que se instruyó a los asistentes acerca de qué hacer antes y durante del evento, para que el después no sea tan drástico.
González señaló que el trabajo de la coordinación es de lunes a lunes en las comunidades e instituciones educativas, así como en entes públicos y privados.
La respuesta de la población, dijo, siempre es muy positiva y participan en todo. “Son temas que nos vienen afectan de una u otra manera, que a veces los conocemos con otros nombres, pero muchos se identifican con las diferentes situaciones que hemos vivido”.
Insistió en que la cultura preventiva es la base de todas estas situaciones, y sobre todo, para evitar tragedias y pérdidas de vidas humanas.
Isabel Sequera, directora ejecutiva del Iadamber, explicó que la solicitud partió del hecho de que el edificio de Fundación Carúpano, por ser una estructura deconstrucción vertical y con seis pisos, requiere que quienes trabajan allí sepan qué hacer en caso de necesidad.
Agregó que por ser la entidad una zona sísmica la población siempre estará expuesta a estos fenómenos.
La idea, dijo, es fortalecer el tema de la formación de cómo actuar en caso de movimientos sísmicos o de otros eventos adversos.
Carúpano / Cecilia Lárez
