Una de las cotidianidades que se volvieron un lujo para los anzoatiguenses es almorzar o cenar en una pollera.
Mesas vacías, pocas ventas y una lucha por mantenerse abiertos es la realidad que viven varios de los establecimientos de Puerto La Cruz en los que se expende pollo asado a la brasa.
Yolanda Cadenas, propietaria de una pollera ubicada en la avenida 5 de Julio, explicó que el negocio se ha visto perjudicado por la crisis económica que vive el país y la caída del poder adquisitivo de la población.
“Para la gente es un lujo comer en la calle. Son muy pocos los que pueden costear nuestros productos y no es porque especulemos, es la realidad del negocio”, sostiene.
Un pollo en brasa con ensalada y yuca en el local de Cadenas se vende en Bs 600 mil. En otros establecimientos porteños, el monto puede llegar a Bs 840 mil.
El sueldo mínimo en el país está establecido en Bs 248 mil 510. Para costear un plato de ave, con sus contornos, un trabajador debe laborar poco más de tres meses e invertir todo lo ganado en esta comida.
En picada
Cadenas señaló que desde hace tres años han venido cerrando este tipo de negocios. Sostuvo que de seis polleras que había en los alrededores de las avenidas Municipal y 5 de Julio, sólo quedan tres abiertas.
“La gente sólo entra a ver los precios y se va. Los fines de semana, a veces tenemos más movimiento, pero la situación es crítica”, aseguró el encargado de una pollera ubicada en la calle Concordia y que decidió no identificarse.
El trabajador acató que en el comercio quedan tres empleados laborando, cuando antes era necesario tener una nómina de hasta 15 personas.
Cadenas, por su parte, afirmó sentir temor de que la crisis la obligue a cerrar su local.
“Estamos asustados, al día llega un solo cliente o dos, más los compradores fijos, y con eso nos estamos manteniendo, pero no sabemos cuándo va a llegar el día en que nadie nos va a comprar. Es triste porque tiempo atrás se hacían colas de personas para comer en mi restaurante”, aseveró.
La comerciante indicó que su menú ha venido mutando a causa de los altos costos de los alimentos base y las bajas ventas.
“Antes vendía pizzas y las dejé de hacer porque nadie las compra. Ahora, lo que más se vende son los almuerzos ejecutivos”, señaló.
En una pollera del paseo Miranda en horas del mediodía, había tres mesas ocupadas, esperando ser atendidas, pero al consultarlos, se supo que ninguno de los clientes comería pollo, “porque es muy costoso”.
“Yo lo que estoy esperando es una empanada para engañar al estómago hasta que llegue a la casa”, explicó uno de los comensales.
Costoso
El kilo de pollo entero congelado se vende en el mercado municipal de Puerto La Cruz en Bs 180 mil. Un ave promedio pesa alrededor de 2 mil gramos, por lo que para adquirirla, una persona debe desembolsillar Bs 360 mil, lo que equivale a 43 días de trabajo.
183
bolívares costaba un pollo asado en febrero de 2015 y el sueldo mínimo era de Bs 5.622,47. En octubre de 2017, el costo del plato era 60.109% superior y se vendía en Bs 110 mil. Para entonces, el salario estaba establecido en Bs 136.543,4. Desde entonces, el alimento ha aumentado
Puerto La Cruz / Dayana Figueroa