Decenas de miles de manifestantes se congregaron el sábado en Okinawa para protestar el proyecto de trasladar una base militar estadounidense en la isla del sur de Japón.
Los adversarios de la mudanza dicen que el plan de trasladar la Aeroestación Futenma de los Marines de un barrio densamente poblado a una zona de la costa no solo provocaría un desastre ambiental sino que ignora el deseo de los isleños de sacar la base de la isla.
Unas 70.000 personas se reunieron bajo una lluvia intensa en un parque de Naha, la capital, y observaron un minuto de silencio por el gobernador Takeshi Onaga, quien murió el jueves de cáncer.
Onaga, elegido en 2014, había encabezado la oposición a la mudanza y criticado al gobierno central por desoír las voces locales. Había iniciado demandas contra el gobierno central y anunciado el plan de derogar un permiso emitido por su predecesor que era necesario para la construcción de la nueva base.
El vicegobernador Kiichiro Jahana, en representación de Onaga, dijo en el acto que seguirá las instrucciones del gobernador sobre la revocación del permiso y seguirá adelante con su “firme determinación y pasión”.
Los okinawenses tratan de bloquear el plan del gobierno central de rellenar con tierra la bahía de Henoko para hacer un vertedero para la nueva ubicación de la base Futenma. Los grupos ambientalistas dicen que la construcción en la bahía amenaza a los corales y las vacas marinas, una especie vulnerable.
Tokio / AP