Habitantes de la zona de Paria y específicamente de los municipios Cajigal y Mariño, comenzaron a reportar la presencia de la mariposa urticante Hylesia Metabus, mejor conocida como “palometa peluda”, cuya llegada a áreas pobladas provoca afectaciones de salud y obliga a apagar el alumbrado público para evitar la acumulación del insecto.
Domingo García, vecino de Yaguaraparo, denunció que comenzaron a llegar grandes cantidades de mariposas a esa localidad, y a otras zonas de la península de Paria.
El denunciante señaló que el ciclo de la Hylesia inició en octubre, pero se extenderá, al menos, hasta la primera quincena de diciembre, con la llegada de unos 600 millones de insectos, que emiten una pelusa que se incrusta en la piel y provoca urticaria y además, causa afecciones respiratorias agudas.
García atribuyó la explosión en este nuevo ciclo, a la falta de controles en los manglares, hábitat de estas mariposas. “Hacemos un llamado a la ministra de Ciencia y Tecnología, al Ministerio de Salud, al Gobernador del estado Sucre y al Presidente Nicolás para que se aboquen a la solución de este problema”.
Agregó que ya en Yaguaraparo se inició el apagado del alumbrado público. “Vivimos unas tinieblas durante todo este tiempo debido a la presencia de la Hylesia Metabus”, por lo que una consecuencia es el aumento de la inseguridad.
Señaló que en Paria se vivirán unas navidades a oscuras y con la palometa peluda sobrevolando, lo cual afecta a unos 30 mil habitantes de Cajigal, como a los habitantes del resto de la península, que totalizan unos 150 pobladores, que verán afectada su salud debido al lepidopterismo.
Por su parte, María Rodríguez, habitante de Irapa, en el municipio Mariño, explicó que luego de dos años sin ver a la mariposa, desde mediados de octubre comenzaron a avistar ejemplares, lo cual ha obligado a los vecinos a confinarse y apagar todas las luces para no atraer al insecto.
Llamó al alcalde a tomar acciones para que el pueblo no se llene de palometas. “Después viene la oscuridad y el peligro que estamos viviendo con los “dueños de lo ajeno”.
La vecina destacó el trabajo que hizo el ex alcalde de Mariño, Erasmo Font, quien logró erradicar su presencia en los pasados año. “Pero ese trabajo se perdió y llegaron las palometas”.
Dijo que la idea es alertar, ante la posibilidad de quedar totalmente a oscuras en los próximos dos meses. “Si yo tengo un poste frente a mi casa y llamo para que vengan a apagar la luz, yo rompó el bombillo”.
Paria / Cecilia Lárez
