Al hablar de su esposo, Adriana Briceño se quiebra. Este jueves, 30 de enero, Ángel Godoy cumple 22 días desaparecido. Fue detenido afuera de su casa en Los Teques y, desde entonces, en ninguna búsqueda, su familia ha tenido éxito.
En una rueda de prensa en el Auditorio de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, el pasado 28 de enero, Briceño manifestó que no se cansará de esperar afuera del Sebin para que le den información de su esposo.
Después de tantos días, desistió de preguntar en los centros de detención de los Altos Mirandinos, “a casi todos los detenidos lo llevan a Caracas, por eso intento estar allá las veces que pueda”, dijo a RunRunes.
“Yo intento ir al Sebin un día de por medio, a veces, se me hace cuesta arriba por la situación económica, pero toda la familia hace el esfuerzo de estar en el Sebin de Plaza Venezuela o en la Máxima, que está en El Helicoide. No nos cansaremos de estar afuera esperando una respuesta”, añadió.
Godoy es redactor del medio Punto de Corte, también es activista por los derechos humanos, y es director del Movimiento Democracia e Inclusión (MDI). Fue interceptado cuando llegaba al estacionamiento de su casa el 8 de enero.
Briceño afirmó que han seguido los canales regulares y han asistido a todas las instancias con la finalidad de obtener información respecto al paradero de su esposo.
“Entregamos el habeas corpus en el Ministerio Público y lo aceptaron. Tenía mucho temor, porque había escuchado que a otras personas se lo habían rechazado”, contó la esposa de Godoy.
Antes de introducir ese recurso, asistió a la dirección de Protección de los Derechos Humanos de la Fiscalía y le dijeron que le darían una respuesta “en 15 días hábiles”, después de eso entregó una carta en la Defensoría del Pueblo, dirigida a Alfredo Ruiz, y le informaron que en 20 días obtendría una contesta.
Aunque la han tratado con “amabilidad” en todas estas instancias, no se compara con la espera y el sufrimiento de la familia. El no saber dónde está su esposo es una situación que la agobia todos los días.
El comunicador padeció covid-19, en el 2020, y eso le dejó secuelas respiratorias. Por esa razón, su esposa adonde va le lleva su tratamiento y los informes médicos. Siempre con la esperanza de que lo pueda ver-
“Posterior al covid quedó afectado en sus vías respiratorias y, en ocasiones, necesita nebulizaciones. Lo más reciente que tuvo fue bronquitis y al momento de su detención, él estaba tomando medicación”, explicó la esposa.
En una de sus búsquedas, llegó al Sebin y le dijo a uno de los custodios que su esposo estaba en el lugar y que necesitaba su tratamiento, lo afirmó con la intención de poder conseguir algún rastro de su paradero.
“El muchacho me miró y me dijo no, señora, su esposo no está aquí. Debe estar allá abajo en La Máxima, en El Helicoide”, mencionó.
Desde la detención de su esposo, Adriana no se ha cansado de alzar la voz aunque el temor la invade.
“A veces, hasta medio me da, porque siento que estamos haciendo mucha bulla, pero es lo único que tengo”, recalcó.
Ahora, su hijo depende de ella y hace lo que puede para mantenerlo a salvo. “Tengo a mi familia en otro estado y todos estamos muy preocupados por la salud de Ángel”.
En cada intervención, se nota el amor que siente y sus afirmaciones indican que Ángel Godoy es un ciudadano que siempre apostó por los derechos, por Venezuela y por su familia.
“Al menos hay familias que saben dónde están sus seres queridos y le pueden llevar comida o algunas medicinas, pero yo no sé, y cada día que pasa es más difícil”, indicó durante su intervención en la actividad celebrada el 28 de enero en la UCV.
Caracas / Runrunes
