Miles de migrantes hondureños que buscan llegar a Estados unidos descansaron en aceras, bancos y plazas públicas en la sureña ciudad mexicana de Tapachula, agotados por otro día de caminata bajo un ardiente sol.
Manteniéndose juntos para seguridad y fuerza, algunos se refugiaron bajo un techo de metal en la principal plaza de la ciudad el domingo por la noche. Otros yacieron exhaustos al aire libre, con apenas finas capas de plástico protegiéndoles de la tierra húmeda a causa de un fuerte aguacero vespertino. Otros ni siquiera tenían esa protección.
La creciente caravana de migrantes hondureños cruzó la frontera sureña de México este domingo rumbo a Estados Unidos, evadiendo a los agentes mexicanos que brevemente les bloquearon el paso junto a Guatemala.
A cada paso recibían ayuda de mexicanos solidarios en forma de alimentos, agua y ropa. Cientos de habitantes en pickups, camionetas y camiones de carga se detuvieron para permitirles subir.
Ciudad de México / AP