El 5 de marzo de 2013, la llamada revolución bolivariana perdió a su fundador, Hugo Chávez, quien falleció aquella tarde, tras 13 años, un mes y tres días como presidente de Venezuela. La muerte del líder socialista acarreó otras pérdidas que la nación ha ido asumiendo en la última década.
Según EFE, El país perdió el protagonismo internacional heredado por Chávez, a medida que se reducía la chequera petrolera, se disparaba la migración, y la inestabilidad política se hacía norma, lo que aumentó la factura para el Gobierno, que terminó sancionado, señalado por crímenes de lesa humanidad y con legitimidad cuestionada.
El punto más positivo en toda esta mutación ha sido la reducción de la inseguridad, algo que con Chávez fue siempre el mayor problema del país y que se redujo significativamente en los últimos años.
Otro cambio fue el aspecto económico. Cuando Chávez falleció, el salario mínimo era de 2.047,52 bolívares, equivalentes a 326,03 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), que les empezaban a ser insuficientes frente a una inflación que rondaba el 50 %.
Con su sucesor Nicolás Maduro en el poder, la inflación llegó a casi 200.000 % y el sueldo mensual tocó fondo en 2019, cuando se ubicó en un dólar. Hoy está en unos 5 dólares mensuales con una inflación que cerró 2022 en 234 %.
Caracas / Redacción Web