-¿Una emigración como la actual en la historia?
-Varias. Y no te hablo sólo de la pavorosa huida, con Boves, en 1814. La diáspora fue total durante la larga contienda que se inició en 1811 y terminó más allá de 1821.
-¿Desaparece un país o deja de ser querido cuando sus ciudadanos lo quieren abandonar?
-No lo creo. Fíjate de nuevo en lo que me preguntabas anteriormente. De esa diáspora regresaron de nuevo muchos venezolanos, entre ellos el futuro presidente José María Vargas.
Tan cierto es eso como la larga lista de venezolanos que regresaron en 1936, luego del largo silencio impuesto por el gomecismo.
-¿Unas elecciones presidenciales tan cuestionadas?
-Las que convocó el régimen militar en 1952.
-¿Un poder electoral como el actual?
-Ni de lejos los que se hicieron cargo de convocar a las elecciones de esa Asamblea Constituyente en 1952.
Tan pavoroso fue el fraude que algunos de los integrantes del entonces Consejo Supremo Electoral resolvieron asilarse en algunas embajadas.
-¿Algo como la constituyente?
-Constituyentes, convocadas al antojo y al arbitrio de quien detenta el poder, no ha sido una novedad entre nosotros.
-¿Y una dictadura como la de Maduro?
-Allí sí hablamos de algo más singular, sobre todo por el tránsito que ha experimentado. O sea, de un régimen autoritario, más o menos competitivo hasta un pasado reciente, a uno que ha pasado a manipular, cada vez con mayor dificultad, aunque con astucia terrible, su legitimidad de origen.
Oposición única
-¿Una MUD como la actual en la historia?
-Es una experiencia de tecnología política muy difícil de comparar con cualquier otra experiencia del pasado.
-¿Qué le sobra?
-A primera vista, persistencia; visto más de cerca, desunión.
-¿Qué le falta a la MUD para ser como la Junta Patriótica del 57?
-Si bien la respuesta es exactamente lo inverso a la unión, pareciera que, desde la cancelación definitiva del diálogo, está privando un poco más la sensatez en ese sentido.
-¿Una detención tan inconstitucional como la de Enrique Aristeguieta Gramcko?
-Por el lado del gobierno, digno de inscribirse en el Libro Guiness de los Récords; por el lado de Enrique Aristeguieta Gramcko muestra de una gallardía capaz de poner en ridículo al aparato de Seguridad del Estado.
-¿Una resistencia modelo?
-La gesta ciudadana que llevó justamente a que Marcos Pérez Jiménez saliera a la carrera en el 58.
-¿Otra fuerza armada tan entregada a un régimen de turno?
-Me temo que ninguna en el caso venezolano. Ni la de Gómez.
-¿Entre “la planta insolente del extranjero” de 1902 y la amenaza imperial de hoy?
-La misma retórica, aunque con un poco más de seriedad en el caso de Cipriano Castro.
-¿Una invasión como la cubana en Venezuela?
-La de Machurucuto en 1967; sólo que ésta vez oficializada, masiva y por la puerta principal de la casa.
-¿Sería posible una invasión militar estadounidense o multinacional?
-No se me antoja como algo inmediato, pero tampoco luce descabellado si se piensa en el impacto que toda esta dislocación podría seguir teniendo sobre dos importantes países vecinos.
-Dicen que Manuel A. Noriega era un niño de pecho al lado del actual régimen…
-No me cabe duda.
-¿Escriben la historia los vencedores?
-Pregúntaselo a los que durante cuarenta años acecharon al ensayo democrático.
-¿A qué siglo llevó el socialismo del siglo XXI?
-Al pasado como proyecto, como diría mi buen amigo Tomás Straka.
-¿Una revolución bonita?
-Son términos contradictorios.
-¿Otra era de saqueo generalizado?
-Nada admite la comparación. Ni Boves ni sus lugartenientes, Antoñanzas ni Cerveriz, tuvieron acceso a Pdvsa.
Sembrando vientos
-¿Una corriente golpista como el chavismo?
-A su manera, la que intentó alentarse contra Rómulo Betancourt hasta 1962 y que, por suerte, fracasó. Sin embargo, aquí están presentes los vientos que sembró.
-¿Una corriente que haya dividido tanto al país?
-Muchas. En ese punto el chavismo no es original.
-¿Una historia de historieta?
-El nuevo “look” fenotípico de Bolívar, afortunadamente un poco venido a menos en estos últimos tiempos.
-¿Otra era de manipulación abusiva de Bolívar?
-Con amplios antecedentes, pero te aseguro que, como ésta, ninguna.
-¿Otra época de sucesivos equívocos electorales del soberano elector?
-Si hablas de lo muy reciente, la equivocación no ha estado del lado del elector sino de quien lo ha venido aplastando mediante una maquinaria ventajista cada vez más formidable, trapichera, monstruosa y aberrante.
-¿Otra diplomacia tan conflictiva?
-La diplomacia jamás ha sido el lenguaje de este gobierno.
-¿Otro régimen que haya sido tan cuestionado internacionalmente?
-Zimbabue, Myanmar.
-¿Otro que manipuló perversamente la pobreza?
-Al menos otros regímenes autoritarios del pasado, como el de Pérez Jiménez, tuvieron el prurito de ocultarla, pero no de manipularla.
-¿Otro Poder Moral tan inmoral?
-Esa sí es una criatura auténtica de estos tiempos.
-¿Un mito desmitificable?
-El propio Chávez.
-¿Otra asamblea elegida por voto popular tan violentada?
-Ni siquiera la izquierda puede decir eso de los Congresos Nacionales de la década del 60.
-¿En qué página va esta historia?
-Por un capítulo furibundo.
-¿Otro período de tantas penurias?
-Lo que pasa es que ésta ha sido una penuria autoinfligida, no producto de una plaga de langostas llegada con la sequía.
-¿Un momento de desesperanza e incertidumbre como el actual?
-Diciembre del 57, con Pérez Jiménez reelecto mediante un plebiscito inventado a su manera.
-¿Una dictadura que salió por elecciones?
-Por desgracia, la restauración democrática ha exigido muchas veces de otros caminos.
-¿Para qué sirve la historia?
-Para prevenirnos de engaños o, probablemente, para tener pesadillas.
-¿Ha aprendido el soberano de su historia reciente?
-Pregúntaselo a quienes padecen de la humillación de una cola por medio kilo de cualquier cosa. Creo que lo tienen muy claro.
-¿Es Venezuela el gobierno de Venezuela?
-No. Es más bien una sucursal.
-¿Son los historiadores como profetas?
-Nadie en este oficio maneja la bola de cristal.
-¿Cómo visualiza el final de esta historia?
-Como siempre lo he dicho: la República ha tenido muchos finales, pero nunca se acaba.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa
