Cada 3 de agosto se conmemora el “Día Internacional de la Planificación Familiar”, una fecha en la que se espera concientizar sobre el control de la natalidad en la población sexualmente activa, algo que se complica en Venezuela por la falta de provisión de anticonceptivos.
Durante junio del año 2023, según la ONG Convite, el índice de escasez de anticonceptivos en promedio nacional alcanzó un 44,5 %. Según la organización, los implantes, dispositivos intrauterinos y anticonceptivos inyectables son los más difíciles de encontrar.
Pese a que muchas organizaciones orientan sobre los métodos de anticoncepción y la protección contra enfermedades de transmisión sexual, la mortalidad materna sigue siendo una de las principales causas de muerte en mujeres que no tienen forma de planificar su sexualidad por la falta de métodos anticonceptivos o el difícil acceso a ellos.
La anticoncepción y planificación familiar no debe considerarse como un asunto solo de mujeres. En medio de las privaciones económicas en Venezuela para acceder a métodos anticonceptivos (cuyos precios pueden significar una inversión mensual de no menos de $10) y de los estereotipos de género que dejan sobre la mujer la absoluta responsabilidad de cuidarse, hay hombres que deciden dar el paso y asumir su responsabilidad en la materia.
Es el caso de Tomás Punto, de 31 años. En 2020 se practicó la vasectomía pues no desea concebir hijos a futuro. Para ese momento, Punto tenía una pareja estable y él tomó la decisión de someterse al procedimiento y no dejarle a su pareja sentimental toda la responsabilidad de la anticoncepción.
El 28 de febrero de ese año le hicieron la cirugía en la sede de Plafam de Las Acacias, en Caracas. Punto comentó que el procedimiento fue gratuito y solo tuvo que pagar un
examen que se realizó por fuera de la organización porque no tenían los reactivos.
Tomás sentía que su pareja no podía ser la única responsable de la anticoncepción, además que acceder a métodos anticonceptivos para ella era difícil por motivos económicos. Así pues, inició el proceso en 2019, pero no fue sino hasta el año siguiente que pudo hacerse la cirugía.
El proceso, contó el joven, duró aproximadamente 20 minutos. “Te hacen una incisión de medio centímetro que se cierra sola, extraen con unas pinzas cada conducto y en mi caso lo que hicieron fue cortar y cauterizar. Me fui caminando a mi casa”, relató.
Tomás Punto considera que este procedimiento es sencillo y necesario, por lo que alienta a otros hombres, especialmente aquellos que ya tienen hijos y no desean concebir más, a realizarse la vasectomía como método de anticoncepción. “No cambia tu libido ni la calidad de la producción del semen”, dijo, agregando que esto no ha afectado su desempeño sexual.
La red Constructoras de Paz, iniciativa del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), alertó en su informe de 2022 titulado “Mujeres que resisten: Sobrevivir a una Venezuela en crisis”, que al menos el 70 % de las mujeres venezolanas no puede planificar sus embarazos.
De acuerdo con el estudio, de 936 mujeres encuestadas, solo el 26,6% dijo usar anticonceptivos, mientras que el porcentaje restante dijo que no o no contestó, lo que sugiere que más del 70% de ellas no puede planificar sus embarazos.
Asimismo, con respecto a las mujeres entre 18 y 24 años, solo 6 de cada 10 afirmó usar métodos anticonceptivos. Es decir, más de un 40% de las encuestadas de esa edad no tiene la posibilidad de cuidarse y planificar su reproducción por razones económicas.
Para la organización, tomando en cuenta que las mujeres de esas edades están en una etapa de sus vidas en la que un embarazo puede significar una barrera enorme para proseguir con los estudios, el trabajo, e incluso cuando se trata de salir de la pobreza, esto “se vuelve una situación de alarma”.
La situación no es muy diferente para las mujeres entre 25 y 44 años, que siguen estando en edad fértil. En la encuesta que realizó Constructoras de Paz, solo el 39,6% afirmó usar métodos anticonceptivos.
Finalmente, la organización encontró también que, aunque el 71% de las personas entrevistadas no usa anticonceptivos, el 45% dijo que era fácil conseguirlos. En torno a ese resultado, la red Constructoras de Paz se preguntó: “¿Por qué si están disponibles en las farmacias sigue habiendo una brecha tan grande entre encontrarlos y usarlos?”.
La Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) es una institución que tiene como objetivo contribuir al ejercicio pleno de los derechos humanos en el área de salud sexual y reproductiva de hombres y mujeres en Venezuela.
Junto a la ONG Fós Feminista, Plafam creó un modelo de un modelo de atención que ha llegado a más de 100 mil mujeres, ha ofrecido más de tres millones de servicios y ha entregado más de un millón de anticonceptivos.
Las personas que se encuentran en condiciones desfavorables, pobreza o pobreza extrema tienen la opción de acudir a centros donde disponen de servicios de salud en los estados Miranda, Carabobo y Distrito Capital, en los que se ofrece atención en laboratorio clínico, ecografías, medicina interna, pediatría, urología, ginecología, imagenología incluyendo mamografías, densitometrías y estudios de mediana complejidad y anticoncepción.
La organización acude a comunidades que no tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, donde los índices de embarazos son más altos y a temprana edad, al igual que las infraestructuras hospitalarias no están en funcionamiento y no cuentan con personal médico capacitado, ni recursos e insumos para atender a las poblaciones, especialmente a las mujeres y niñas.
Acompañamiento a niñas, adolescentes y mujeres en situación de movilidad
En conjunto con Fós Feminista, Plafam ha acompañado a las mujeres en situaciones de tránsito migratorio, las cuales están en condiciones de vulnerabilidad, expuestas a la violencia basada en género, acoso, explotación sexual, entre otros. Actualmente se prestan servicios en Colombia en 6 ciudades. En 2022 brindaron más de dos millones de servicios de salud sexual y reproductiva y anticoncepción.
Mercedes Muñoz, presidenta de la ONG Avesa, comentó que la educación sexual alternativa, como se le llamaba en años anteriores, perpetúa los roles de género y representaba un rol de “sumisión” para las mujeres.
Durante un live realizado por la organización en Facebook este 1 de agosto, Muñoz recordó que en Venezuela la mortalidad materna es una de las causas principales de muertes entre las mujeres y esto se debe a que “no hay provisión de anticonceptivos porque no pueden planificar sus relaciones sexuales”.
“La educación sexual moralista está en contra del preservativo y de los métodos anticonceptivos”, apuntó la activista.
Muñoz señaló que las mujeres tienen derecho a la vida y no deberían morir por causas relacionadas con el embarazo y el parto, a la par que recordó que Venezuela es el país con el índice más alto de embarazo en adolescentes en Sudamérica y el tercero en Latinoamérica.
“El año pasado hubo cerca de 5.000 menores de 14 años que fueron madres”, comentó Muñoz, por lo que resaltó la necesidad de una educación sexual integral, considerando que en todos los aspectos de la vida es necesario educar.
Caracas / RunRunes