Una caravana migrante nacida en Honduras y compuesta por alrededor de 500 personas quedó disuelta en Guatemala durante las últimas horas, según confirmaron este domingo fuentes oficiales.
«El movimiento de personas se desintegró», indicó a periodistas el Instituto Guatemalteco de Migración, en referencia a la caravana migrante que se originó el sábado en Honduras.
El grupo, compuesto inicialmente por 500 migrantes, en su mayoría hondureños y venezolanos, salió el sábado de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, con el objetivo de llegar a Estados Unidos, en busca del ‘sueño americano’.
La caravana perdió fuerza a su ingreso a Guatemala, específicamente en el departamento (provincia) de Izabal y fue bloqueada por las autoridades locales sin «uso de la fuerza» y el «ambiente» permaneció siempre «en calma».
El grupo de migrantes entró a Guatemala por la frontera de El Corinto, 250 kilómetros al noreste de la capital del país centroamericano.
De acuerdo al Instituto Guatemalteco de Migración, los migrantes que no cumplían con los requisitos para permanecer en Guatemala «volvieron al país de procedencia».
El grupo se concentró la noche del viernes en una terminal de autobuses de San Pedro Sula con la idea de salir en caravana, aunque en principio no tenían claro si irían por Corinto o Agua Caliente, otro punto fronterizo con Guatemala.
Por su parte, la Cruz Roja en Guatemala informó que auxilió a los migrantes que necesitaban atención de algún tipo.
Cada año, miles de migrantes intentan cruzar Guatemala para poder después incursionar por México y eventualmente llegar a Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida, según cálculos oficiales.
La primera caravana migrante de este tipo salió en octubre de 2018 desde Honduras rumbo al punto fronterizo de Agua Caliente, al sur de El Corinto.
Sin embargo, durante el Gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024), Guatemala reprimió con la fuerza pública varias caravanas migrantes para detener su paso.
Tegucigalpa / EFE