El esgrimista Rubén Limardo pasó del anonimato al estrellato al conquistar una medalla dorada en Juegos Olímpicos, luego de convertirse en el rey de la espada individual masculina de Londres 2012.
Limardo, bolivarense que en ese entonces tenía 26 años de edad y hoy día cuenta con 38 calendarios a cuestas, se unió en ese momento al recientemente fallecido boxeador Francisco "Morochito" Rodríguez (México 1968) y al taekwondista Arlindo Gouveia (Barcelona 1992) como los únicos en subir a lo más alto del podio en máximas justas universales, algo que le garantizó ser un ídolo eterno en la tierra que vio nacer al Libertador Simón Bolívar.
Vale recordar que para la época de su consagración, Limardo era el segundo nativo en ostentar un círculo de oro de manera oficial, tras Rodríguez, pues el tae kwon do todavía era considerado un deporte de exhibición por el Comité Olímpico Internacional (COI), que después acabó con estas diferencias y validó todas las preseas de distintas disciplinas.
El camino a la gloria de Limardo, nacido el 3 de agosto de 1985 en Ciudad Bolívar, comenzó con un triunfo 15-13 sobre el egipcio Ayman Fayez.
Ese combate, al igual que el resto de la contienda, se desarrolló en el Centro de Exposiciones ExCel de Londres, donde el criollo doblegó 15-11 al suizo Max Heinzer en segunda ronda. En cuartos de final chocó con el italiano Paolo Pizzo y lo dominó 15-12.
En semifinales se midió con el estadounidense Weston Seth Kelsey y lo venció 6-5 en los que para algunos cronistas deportivos internacionales, como el argentino Juan Pablo Varsky que en 2012 laboraba para DirecTV Sports -hoy DSports-, catalogó como el duelo más emocionante de aquella jornada.
El momento cumbre de la carrera de Limardo, que está presente como atleta en París 2024, llegó en la Gran Final. En ella se enfrentó a Bartosz Piasecki, un noruego al que superó 15-10 para colgarse un círculo áureo frente a los aplausos del público londinense.
De esa manera, el representante de Venezuela subió a lo más alto del podio que completaron el ya mencionado Piasecki (segundo escalafón) y el surcoreano Jung Jin-Sun (tercer peldaño).
De acuerdo con Olympics.com, Limardo se transformó en, apenas, el segundo latinoamericano en imponerse en un evento de espada indivudual en 108 años. El primero que logró la singular proeza fue el cubano Ramón Fonst en San Luis 1904.
También acabó con una sequía de 44 calendarios sin celebraciones para venezolanos en eventos oficiales, luego del metal amarillo cosechado por Rodríguez en 1968. Completar las grandes hazañas lo llenaron de orgullo.
"Vine aquí, a Londres, y gané una medalla de oro. De verdad, quiero dedicarle este título tan especial a Venezuela, mi país natal", dijo al departamento de prensa del COI, tras hacer sonar el himno nacional Gloria al Bravo Pueblo en la capital de Inglaterra.
"Mi objetivo desde mi niñez era ser un campeón olímpico y hoy (1ero de agosto de 2012) lo he cumplí. Me siento muy feliz", agregó el deportista que el 7 de agosto de 2012 fue recibido como un héroe por sus compatriotas en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, estado La Guaira.
Uno de los ciudadanos que lo felicitó en el terminal aéreo fue Rodríguez quien lo abrazó y le confesó su admiración por conseguir una gesta que permanecerá indeleble en la memoria de los fanáticos del olimpismo patrio.
Valencia / Joseph Ñambre