Habitantes de comunidades rurales como Caigua, Panamayal, El Pilar, San Miguel, Los Potocos y Cruz Verde manifestaron que deben esperar hasta una hora por la llegada de una unidad de transporte público.
Las paradas hacia dichas zonas se encuentran distribuidas en la Fuente Luminosa de Barcelona y a medida que pasan los minutos las colas de personas con mochilas y bolsas de comida, se alargan.
Yuli Solórzano, residente de Caigua, sostuvo que prefiere trasladarse al centro de la capital del estado para comprar alimentos, pues allí se consiguen precios más bajos que en su comunidad.
Sin embargo, indicó que debido a la falta de combustible son pocas las unidades que se encuentran trabajando, lo cual dificulta la movilización de quienes viven distanciados de la ciudad.
Añadió que los llamados "piratas", que son quienes mayormente trabajan, también han escaseado.
"Se nos hace difícil salir de nuestras comunidades y retornar. Lo que nos dicen es que los autobuses afiliados están parados porque no tienen gasolina y son pocas las perreras que están trabajando", comentó Ernesto Calcurian, vecino de El pilar
Milena Pérez / Barcelona