
Este martes, Fedeindustria Sucre emitió su posición sobre el cobro de una tarifa de servicios por mantenimiento de los vertederos de la entidad, que está cobrando la gobernación a través del Instituto Autónomo de Servicios Públicos (Inaservip), dentro de la factura de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
De acuerdo al gremio industrial, el empresariado sucrense resiste con una liquidez frágil, una capacidad instalada ociosa y márgenes al límite. “En ese contexto, imponer nuevas cargas en diciembre, cuando las empresas deben cumplir aguinaldos, bonos y compromisos laborales, no es política de desarrollo: es presión de caja que erosiona la confianza y asfixia la reactivación”.
El comunicado, que fue refrendado por el presidente del organismo, Valentino Alterio, señala que no niegan la necesidad de financiar un servicio esencial como el de los rellenos sanitarios, pero su sostenibilidad depende de tres condiciones: transparencia absoluta, diferenciación inteligente y alineación con la recuperación productiva.
“La tasa debe reflejar costos reales, publicarse con parámetros claros, destinarse íntegramente a operar y mejorar el servicio, y entrar gradualmente con protección a las unidades más vulnerables de nuestra economía”.
Propuestas
Proponen una ruta responsable, que incluya alivios y estímulos para recuperar capacidad y empleo formal y luego una tasa progresiva y modulada por generación real de residuos y desempeño ambiental, con incentivos a quien reduce, recicla e invierte.
Los empresarios convocaron a una mesa técnico–público–privada de Sucre, algo que ya habían planteado desde la Cámara de Comercio de Cumaná, para acordar una moratoria hasta publicar la Gaceta; diseño con costeo real; piloto con seguimiento; entrada gradual; reportes trimestrales auditados; y un pacto de no imponer nuevas cargas en fin de año.
Sucre/ Corresponsalía


