El gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, anunció la reparación del acueducto El Carupanero, a través de un plan con el que se busca mejorar el flujo de agua que llega al municipio Bermúdez por la aducción. La información la dio a conocer durante reuniones con los alcaldes, el ministro de Alimentación, Carlos Leal Tellería, y el secretario ejecutivo del Consejo Federal de Gobierno, Guy Vernaez, en la ciudad de Carúpano.
Pinto dijo que se trata de un tema fundamental para el gobierno, debido a la necesidad que tiene la zona del recurso. Asimismo, anunció que van a intervenir, bajo la direccionalidad del ministro para las Aguas, Rodolfo Marco Torres, cerca de la Zona Industrial, donde hay una succión que limita y merma la presión del agua hacia las comunidades.
Indicó que los trabajos se realizarán, en una primera fase, con la corrección de las fugas que merman el caudal de agua que va por el tubo central.
El mandatario regional precisó que tienen Identificados 3.7 kilómetros, que son las áreas específicas donde se localizan las roturas. Agregó que el material (los tubos), los aportará Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Especificó que se trata de entre 80 y 100 fugas menores y mayores, que deberán acometer. “Hay lagunas que se han formado producto de la rotura de la tubería", acotó.
Rechazó que se rompa la tubería de 36, 42 pulgadas con un tubo de 1.5, quebrando la hermeticidad que debe tener el sistema pata la distribución del agua, lo que provoca grandes derrames.
Ante los anuncios del gobernador, vecinos de algunas zonas afectadas por la escasez de agua pidieron que se dé celeridad a los planes, porque ya no llega agua por tubería a algunas zonas bajas de la parroquia Bolívar, donde era normal que llegara y la contingencia obligó a paralizar planes de mejoras en la distribución.
Los residentes pusieron como ejemplo el caso de la estación de bombeo que construye la Alcaldía de Bermúdez en la entrada de los bloques Augusto Malavé, que a su juicio será una obra sin uso si no se mejora el caudal de El Carupanero.
Sara Méndez, vecina de la zona, sostuvo que el agua no sube a los edificios del 6 al 10 y la bomba iba a impulsar el líquido, pero eso no va a ocurrir porque no hay agua que bombear.
El desabastecimiento también ha generado roces entre vecinos, con incidentes como el ocurrido entre habitantes de los bloques 14 y 11, por el abastecimiento de agua.
Los del 11, que queda un poco más arriba, reclamaban a los administradores del 14 el uso de bombas, algo que no es correcto porque el edificio recibe abastecimiento por gravedad, de acuerdo a lo que explicó una de las vecinas del inmueble, Ramili Fermín.
Bermúdez/ Cecilia Lárez
