Acompañantes de personas ingresadas en la sala de urgencias del hospital Domingo Guzmán Lander de Las Garzas, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), deben esperar fuera del recinto de salud.
En repetidas oportunidades se han quejado por las condiciones del lugar y la forma en que son tratados por los trabajadores del centro asistencial, aunque otros consideran que no está “tan mal” en comparación con el hospital Luis Razetti de Barcelona.
Petra Jiménez, quien se gana la vida como peluquera, dijo que el dinero no le alcanza y que por ello no puede llevar a una clínica privada a su hija de 14 años, quien padece de epilepsia.
Agregó que junto a su mamá lleva dos días y dos noches en el estacionamiento del hospital de Las Garzas, en espera de que su su hija se recupere. “Tenemos que rogarle al oficial que custodia la puerta para que nos deje ver a la niña un momento. Pareciera que no tiene familia”, expresó.
En cuanto a los exámenes que necesita la adolescente, afirmó que deben realizarlos fuera de la institución, debido a que allí no cuentan con los equipos para hacerlos.
Falta de insumos
Katiuska Aparicio, tía de una parturienta que ingresó esta mañana, explicó que la aceptaron porque llevó todo lo necesario para la intervención.
Gasas, ampollas, solución fisiológica, y anestesia fueron algunos de los materiales que adquirieron para la cirugía.
“Nosotros compramos todo, el pago fue en dólares, pero ¿y el que no los tiene cómo hace? . A nadie le resulta fácil lo que nos está pasando”.
Jéssica Salcedo/Pasante-USM
