Pese a que desde hace varios años se ha concientizado sobre el tema con mayor fuerza y han sido creadas múltiples campañas para frenar esta situación, la vulneración de los derechos humanos (DDHH) de la mujer sigue estando presente en la sociedad.
Aún hay damas que sufren violencia física, verbal, sexual o psicológica. Otras son acosadas en sus puestos de trabajo o tienen acceso limitado a la educación y muchas todavía son discriminadas por su sexo. Esto sin contar que siguen registrándose casos de mujeres que han sido asesinadas por su pareja.
Ante este panorama, personas expertas en el tema consideran que la clave para evitar la vulneración de los DDHH de las féminas es saber identificar el problema, reconocer que necesita ayuda e informarse sobre cómo buscar apoyo.
"Las primeras herramientas, o las más saludables, son las que uno utiliza desde su convicción de que posiblemente estés atravesando un problema, ya sea de violencia basada en género, una relación abusiva, un duelo que no transitaste bien. Yo creo que lo principal aquí, desde el ámbito de la mujer, es reconocer que estás pasando por un problema o un proceso", explica la periodista anzoatiguense Lucelys Rodríguez, quien además es activista y defensora de los DDHH de la Mujer.
De acuerdo con los datos aportados por Rodríguez, la mayoría de las mujeres no le prestan la atención que requiere a su salud mental "porque hay muchísimos tabúes con eso y la mayoría de las mujeres no se dedica ni 50% a su cuidado físico, ni mental y psicológico, porque estamos ocupadas, casi el 80%, con cosas que ni siquiera nos competen a nosotras mismas".
En medio de esta situación, señala que mientras las féminas no conozcan sus derechos fundamentales no podrá identificar cuándo se los están violando.
"Una mujer primero tiene que conocer cuáles son sus derechos. Obviamente es un trabajo que la gente no hace, y el Estado no lo ha hecho porque no le conviene. Muchas organizaciones lo han hecho, pero por encima", apuntó.
Luego de aceptar que existe un problema, prosigue la defensora de derechos humanos de la mujer, la persona afectada debe reconocer que necesita ayuda.
"Después de eso tiene que buscar grupos de apoyo que la puedan ayudar a identificar todos esos problemas. Si se requiere luego de un especialista, debe acudir. Por ejemplo, todo dependerá de lo que quiera tratarse. Esas son las primeras herramientas que hay que utilizar", añade.
"Que una mujer tenga que salir de su casa todos los días a caminar dos kilómetros para buscar agua en un sitio y regresar a hacer labores del hogar, y luego volver dos kilómetros más para terminar de hacer sus labores diarias, ya ahí ya hay una vulneración de los derechos humanos. Cuando a una mujer se le niega el acceso a salud sexual y reproductiva, se le están violando sus derechos humanos. Hay niñas con las que he trabajado en proyectos que no saben que se están violando sus derechos. Cuando un padre le niega a su niña asistir a un taller, un curso, o una formación, porque tiene que cuidar a sus hermanos, se le están violando sus derechos humanos, porque ella no es una cuidadora, ella no es mamá, sino una niña que está en proceso de desarrollo y recreación, que tiene que tener tiempos libres para dedicarse a lo que le gustaría"
Lucelys Rodríguez - Periodista / Activista / Defensora de los DDHH de la Mujer
Vale mencionar que en el país, en general, existen diversas organizaciones e instituciones que brindan apoyo a las féminas.
En el caso del estado Anzoátegui las principales son las siguientes: El Instituto Nacional de la Mujer, la Defensoría del Pueblo, Mujeres Constructoras de Paz, la División de atención a la violencia contra la mujer y la familia del Cicpc, el Centro de psicólogos y sociólogos de Cáritas de Venezuela-Parroquia San Antonio de Padua en El Tigre, Momumas en Anzoátegui, Save the Children (internacional), Éxodo y Tinta Violeta.
Estos entes tienen a disposición de la ciudadanía sus contactos en números telefónicos, cuentas en redes sociales y direcciones de correo electrónico para facilitar el apoyo a quien lo requiera.
Para la activista Lucelys Rodríguez, estos grupos de apoyo son "sumamente importantes", pues según afirma, las mujeres son más "fuertes, decididas, creativas y capaces" cuando están acompañadas.
"Cuando una mujer está en un grupo de apoyo se siente con más valentía de afrontar la situación que esté padeciendo. Si una mujer está pasando por un caso de violencia basada en género y dentro de su comunidad no hay ninguna mujer que la apoye, simplemente se va a aislar dentro de su problema. Ya de por sí la persona que está pasando por momentos de violencia está enferma mentalmente y físicamente. No va a buscar ayuda por sí misma. Creo que los grupos de apoyo son esenciales. Un grupo de apoyo puede salvar una vida", aseguró.
A juicio de la vicepresidenta de la ONG Aprender Haciendo, Lisbet Rojas, brindar apoyo y atención a las damas que les han vulnerado sus derechos es fundamental.
Afirma que estos grupos de apoyo pueden proporcionar ayudas que van desde asesoramiento legal y servicios de salud mental hasta la habilitación de un refugio.
"Los grupos de apoyo constituyen un pilar fundamental para la prevención de la violación de los derechos humanos así como para contribuir a la protección y el fomento de estas", acotó.
Durante la entrevista para este trabajo especial, la vicepresidenta de la ONG Aprender Haciendo, Lisbet Rojas dio a conocer una lista básica de herramientas, que a su juicio, se pueden aplicar para desarrollar, identificar y actuar en pro de la higiene metal:
No obstante, Rojas, quien también es apoyo de las activistas de la Red de Mujeres Constructoras de Paz en Anzoátegui, aseveró que a la par de la identificación y atención del problema es necesario que se trabaje en la prevención de la vulneración de los DDHH de la mujer.
"Luchar contra la vulneración de los derechos humanos de la mujer implica abordar las causas subyacentes, como la desigualdad de género, la educación deficiente y la falta de oportunidades económicas. Promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres a través de la educación y el acceso a oportunidades es esencial para prevenir la vulneración de derechos. Además, es importante abogar por leyes y políticas que protejan los derechos de la mujer y promuevan la igualdad de género. La aplicación efectiva de estas leyes también es fundamental", destacó.
Para la vicepresidenta de la ONG Aprender Haciendo, también es necesario promover la conciencia sobre los derechos humanos de la mujer y educar a la sociedad sobre la importancia de la igualdad de género.
"Esto es clave para prevenir la vulneración de derechos", dijo..
La activista Lucelys Rodríguez coincide en que difundir lo que es una violación de derechos humanos es esencial para evitar esto, ya que "la ciudadanía comienza a tener conciencia" sobre el tema.
Una muchacha de 22 años, quien prefirió no revelar su identidad por temor a ser señalada, denunció que hace unos meses fue víctima de violencia obstétrica.
Relató que a pesar de que vive en Clarines, zona oeste del estado Anzoátegui, controló su embarazo entre un centro privado y el hospital universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona.
Cuando llegó el día de dar a luz, contó, la sala de parto del hospital Razetti estaba colapsada y tardaron en atenderla. Aunado a eso, le explicaron que para ser atendida debían comprar diferentes insumos tales como guantes, soluciones fisiológicas, entre otras cosas.
"Cuando llegó el momento del parto, como había mucha gente, los médicos estaban obstinados y tanto la enfermera como el anestesiólogo me decían que dejara la lloradera a pesar de que ya tenía varias horas con dolor esperando que me atendieran. Hasta me dijeron que al momento de procrear no lloraba. Me decían que pujara, luego que no, de verdad que todo fue traumático. Eso es violencia obstétrica", manifestó.
Otra de las víctimas entrevistadas para este trabajo especial, una habitante de El Tigre que prefirió omitir su identidad, indicó que gracias a que pudo asistir a un taller de Mujeres Constructoras de Paz se enteró de que sufría violencia psicológica.
Expresó que su pareja solía revisarle el teléfono, no la dejaba ponerse shorts, la monitoreaba constantemente, la humillaba y hasta le impedía tener contacto regular con sus familiares.
Acotó que tras llevarse el conocimiento impartido en la charla, pudo conversar con su pareja al respecto y tomó la decisión de separarse de él y mudarse a otro lugar.
Estos son sólo dos casos de vulneración de derechos de la mujer de tantos que se viven a diario en el estado Anzoátegui y el país en general, según las especialistas consultadas.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino