La reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2022 (Encovi 2022) reveló que, por primera vez en siete años, la pobreza se redujo en el país.
Los resultados del sondeo anual realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Iies- Ucab), fueron presentados este jueves en Caracas por los coordinadores del estudio, los académicos Luis Pedro España y Anitza Freitez.
Según la Encovi, 50,5% de los hogares venezolanos se encuentran en condición de pobreza multidemisional, una reducción de 15 puntos en comparación con 2021, cuando los resultados arrojaron un total de 65,2% de pobres.
La pobreza multidimensional no sólo se limita a los ingresos mensuales de una persona o familia, sino también incluye factores de infraestructura y sociales, como educación, salud, vivienda y servicios públicos.
El informe también detalla los resultados referidos a la pobreza por ingresos. En este apartado, la encuesta Ecovi señala que 81,5 % de los venezolanos consultados -ocho de cada 10-, no cuenta con los recursos suficientes para adquirir la canasta alimentaria con regularidad. El año pasado este indicador se ubicó en 90,9%, por lo que durante el 2022 se materializó una baja de 9,4% de este tipo de pobreza. De esta forma se llegó a los niveles de 2016.
En cuanto a la pobreza extrema, referida a aquellos con ingresos insuficientes para adquirir alimentos básicos, bajó de 68% en 2021 a 53,3% en 2022.
España indicó que estas cifras son el resultado del repunte de la actividad laboral, ya superadas las causas de la inmovilidad del país en 2021 (crisis de la gasolina y Covid-19), y también de la eliminación de controles y liberalización de la economía.
“El Ejecutivo nacional hizo lo más fácil y lo que ha debido hacer hace tiempo” apuntó el sociólogo, quien, sin embargo, advirtió que “a la economía le puede ir bien, pero a las familias no. Para que ese dinamismo económico se convierta en bienestar social necesita políticas públicas. Necesitamos programas sociales muy distintos a los que tenemos actualmente”.
A pesar de esta mejora de los indicadores de pobreza, la brecha que separa a los distintos estratos sociales se ensanchó en el último año, según la encuesta realizada en un universo de 2 mil 300 hogares que abordó no sólo el tema de la pobreza sino de educación, salud, migración, empleo, desigualdad y programas sociales.
“Venezuela es el país más desigual del mundo (…) para 2022, es el país más desigual de América. Nuestro nivel de desigualdad compara con la de Namibia, Mozambique y Angola”, apuntó España.
En relación con los ingresos promedio per cápita, la diferencia entre el grupo más pobre de la sociedad venezolana y el más rico es de “70 veces”. Es decir, los que menos ganan, en los estratos pobres, perciben 7,9 dólares promedio, pero en otros estratos más altos, reciben 552,2 dólares.
“Casi el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas. Y Caracas solo concentra el 16% de los hogares del país”, subrayó España en relación con la profundización de la desigualdad territorial.
En paralelo, se registró un aumento de la población económicamente activa, al pasar de 50% en 2021 a 56,2% en 2022. Así, el empleo informal se redujo y el empleo formal creció 7.9%.
Con estos resultados, el país ya no tendría a la mayoría de los trabajadores en el sector informal. No obstante, la remuneración promedio al mes no supera $150 en ningún ámbito.
En relación con otros factores sociales de estudio, Venezuela sigue presentando desventajas marcadas, como en el caso de la educación.
La cobertura global en la enseñanza se situó en 63%, es decir, dos puntos porcentuales menos que en el año anterior y 10% menos que en 2014.
De acuerdo con el sondeo, esta cifra significa el peor registro de los últimos ocho años. El periodo 2019-2020 contaba con 7 millones 696 mil 816 estudiantes entre 3 y 24 años, y en 2021 con 7 millones 241 mil 573, pero en 2022 esa cifra descendió a 7 millones 051 mil 074, es decir, 190 mil 499 estudiantes salieron del sistema escolar en solo un año.
“El retorno a la presencialidad ha ocurrido con una menor cobertura en las edades de educación inicial, primaria y media. Se estima en millón y medio el volumen de niños, niñas y adolescentes que permanecieron fuera del sistema educativo en el período 2021-2022”, indicó Anitza Freitez, quien resaltó que casi la mitad de la población de 3 a 5 años permanece excluida de los beneficios de la educación inicial. “Esa exclusión se concentra entre los más pobres porque la oferta pública es limitada y la privada es costosa”, agregó la académica.
Caracas / Corresponsalía
