Cuatro meses. Ese es el tiempo que llevan los habitantes del sector Palguarime, ubicado en el municipio Mariño del estado Nueva Esparta, a la espera de que les recarguen de gas doméstico sus bombonas de 18 kilogramos, algo indispensable para preparar sus alimentos.
Todos se ven obligados a cocinar con leña, aunque eso les produce problemas respiratorios, debido a la constante inhalación de humo.
Josefina Fernández, la única que persona de la zona que se atrevió a denunciar la situación, aseguró que las fallas en los servicios son bastante recurrentes en Palguarime, pues también hay bajones de electricidad.
"El alcalde Francisco González (representante del Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV-) prometió arreglar todo el alumbrado, mejorar la distribución del gas y corregir la situación de la electricidad en nuestra comunidad. Lo hizo cuando inauguró la cancha Ángel Gutiérrez, pero todavía no cumplió su palabra", recordó la dama.
Otra promesa incumplida
Fernández, con voz entrecortada, aseveró que el jefe local también se comprometió a arreglar las áreas deterioradas de un parque de Palguamire, un lugar ideal para que los jóvenes y adultos se recreen en épocas de flexibilización de la cuarentena por coronavirus. Sin embargo, ningún trabajador de la alcaldía se apersonó al lugar, mientras los ciudadanos claman porque también se mejore el alumbrado público.
Al parecer, los focos se dañaron por causa de los constantes apagones y eso genera peligro para los individuos en la noche, pues quedan a merced de la delincuencia.
"Señor alcalde, por favor, atienda nuestros requerimientos porque nosotros necesitamos luz, ya que esto es un callejón sin salida. De noche, uno no se puede ni sentar en la puerta de su casa, porque puede pasar alguien que tire una piedra para maltratarnos. Es un peligro".
Agregó que ninguna autoridad de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) se abocó a resolver su situación, algo que genera molestia en los pobladores.
Porlamar / Joseph Ñambre