Pese a que los niveles del río Neverí se mantienen altos, este lunes el agua comenzó a descender en la mayoría de las comunidades afectadas en el municipio Simón Bolívar por el desbordamiento de los ríos Neverí y Naricual.
Durante un recorrido que realizó el equipo de El Tiempo por sectores como Valle del Neverí, El Ian, Pica del Neverí, Naricual, Parcelamiento Puente Ayala y Mayorquín III, se observó que son pocas las viviendas que permanecen con el agua estancada. A casi todas las inundadas, lo que les queda es el barro y la humedad como evidencia de la arremetida de los ríos.
Mayorquín III siguió siendo una de las comunidades más perjudicadas por la unión de los ríos Neverí y Aragua.
Según Carmen Guanique unas 1.000 familias perdieron sus enseres producto del desbordamiento.
“Muchos fueron llevados a los refugios del gobierno, otros como yo nos dirigimos a refugios de familiares. Lo cierto es que nadie se pudo quedar en sus casas porque están inhabitables. Ahorita lo que venimos es a dar una vuelta, a ver qué se salvó, porque a parte de lo que pudimos perder por la inundación, los malandros también han hecho de las suyas. Se han llevado puertas, ventanas y hasta cables de la electricidad”, expresó.
Barcelona / Elisa Gómez