Voceros del sector sindical de la administración pública en el estado Sucre vislumbran 2024 como un año duro y complejo, que estará lejos de favorecer las aspiraciones de los trabajadores, vistas las decisiones que ya tiene tomadas el gobierno nacional en materia salarial y que no mejorarán en nada el poder adquisitivo del sector, de acuerdo a sus apreciaciones.
Ramón Gómez, secretario general del Sindicato Único de Empleados Públicos de los Poderes Legislativo, Ejecutivo, Municipal y otros organismos (Suepples), en el estado Sucre, dijo que la visión que tienen es “bastante pesimista”, ante la falta de disposición del gobierno nacional ni del regional, para resolver el tema del escaso poder adquisitivo de los trabajadores públicos.
Gómez señaló que con la aplicación del instructivo 2792 de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) se eliminaron de facto las contrataciones colectivas.
Señaló que se esperaba una posición más humanitaria del gobierno en torno a la crisis, pero que al no ocurrir, 2024 se perfila como un año difícil y de conflictos, aun cuando mantienen cierta esperanza en la presión que hace la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y que tendrá una cuarta jornada de diálogo en febrero, en la cual espera se logren algunas soluciones y se ajusten salarios.
Criticó la posición de la Central Socialista y Bolivariana de Trabajadores (Csbt), cuyas peticiones al gobierno sólo lograron un aumento del bono de guerra durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, cuando los trabajadores aspiran un aumento del salario real, que les permita satisfacer sus necesidades y tenga incidencia en otros beneficios.
Cree que 2024 debe ser el año en que las organizaciones sindicales presionen a las centrales para que se pueda lograr el método de fijación de salario mínimo y partir de allí, hablar de recuperación de salarios y que pueda llegar a unos 250$, situación que considera viable.
“Mientras siga esta política perversa del gobierno nacional de suprimir los ajustes salariales porque creen que es la causa de la inflación, se contradice el tan cacareado socialismo del gobierno nacional, más bien aplican una política neoliberal de las más fuerte”.
Anderson Machado, también dirigente del Suepples, cree que las perspectivas para los trabajadores de la administración pública son muy malas y el diálogo social tripartito, que ha creado una expectativa, no ha tenido la fortaleza para hablar con claridad y esperanza a los trabajadores del sector.
“Nuestra lucha va a ser la misma, en defensa de los trabajadores y en defensa y apertura de las contrataciones colectivas, de mejores salarios, mejores pensiones para los trabajadores jubilados y pensionados del país, y de mejoras en el área social, cuyas políticas fracasaron este año”.
Ante el panorama, Machado agregó que siguen creyendo en la fortaleza y dignidad de la clase trabajadora, que seguirá en la calle, luchando por mejoras salariales, la derogación del instructivo de la Onapre, mejoras en las condiciones sociales, contrataciones colectivas y la dignificación de las prestaciones sociales que el gobierno nacional sigue sin pagar.
Sucre / Yumelys Díaz
