Los fieles carupaneros salieron masivamente a las calles de los distintos sectores para expresar su devoción por el Nazareno este miércoles santo.
En la iglesia Santa Catalina, el flujo de devotos colmó la plaza Colón y unas dos cuadras de la calle Carabobo, de donde salió el recorrido de la imagen, acompañado por el párroco y lo diáconos del templo.
Marilenny Yáñez, muy emocionada dijo que estaba acompañando, a la imagen todos los años, para agradecer y pedir por la salud de su hijo, con problemas renales desde que nació.
Yáñez expresó “mi niño está aquí, y toda la familia está con él porque el Nazareno nos ha ayudado, tenemos fe en nuestro Señor”.
Las expresiones se repetían en torno a la fe por la imagen de Jesús cargando la cruz y golpeado de camino al monte Calvario.
Miguel Gamboa, del centro de Carúpano, un joven de 29 años, contó que acude a la procesión desde que tenía 6 con su abuela, para pedir por su salud, afectada por una epilepsia recurrente. “Le pido que me quite esta enfermedad que tengo”.
Deivys Patiño, de calle San Félix, estaba acompañando a su sobrina, muy devota, quien llevó por primera vez a su hijito recién nacido a la procesión, para agradecer la llegada del pequeño, porque no podía concebir.
Carmen Hernández, del centro, dijo que estaba en la procesión por la fe al Nazareno, cuya procesión acompañan cada año. “Camino con mi familia y le debo muchos favores al Nazareno. Entre ellos el nacimiento de mi hijo”.
Norkys Luna acudió desde Playa Grande y contó que este año fue a agradecer una promesa vieja, por su hijo que sanó de una enfermedad y por ella, que logró hacerse una histerectomía y le prometió el año pasado que iría a la procesión ya operada a agradecer por lograr recuperar la salud.
Deliria Fernández del sector Puchuruco, de con un hijo de cinco años, dijo que le gusta llevar al muchachito para que participe y vaya ganando en fe como hizo con sus otros dos hijos. “Yo puse a mis otros dos hijos a cumplir diez años de procesión a cada uno, para pagar una promesa”.
La salida de la hermosa imagen del Nazareno de Santa Rosa se llevó a cabo tal como estaba programada, con salida por la calle Dominicci y recorrido por la Libertad de Carúpano.
Acompañado por un río humano, el sufriente Jesús de la catedral, fue acarreado por la Cofradía que hace vida en el principal templo católico de la Diócesis de la zona de Paria.
Maritza Domínguez, visitante del estado Bolívar, dijo que siempre acude a la procesión con su familia, cuando viene a la región. “Vamos a la playa sí, pero también venimos aquí, porque es una manifestación hermosa que le recomiendo a toda la gente que viene de fuera”.
Similar opinión expresó Domingo Pérez de Guayacán de las Flores, quien acudió de su sector porque dijo que el Nazareno de Santa Rosa siempre le transmite sentimientos de paz y fe.
En la parroquia Bolívar, los feligreses se volcaron a la calle Principal de Playa Grande para acompañar a la imagen del Nazareno de San Rafael Arcángel, cuya procesión iba encabezada por un grupo de teatro de a comunidad, que escenificaba escenas del camino de Jesús a la cruz, mientras era flagelado por los centuriones romanos.
Mirtha Rodríguez de El Roldán, caminaba con la procesión para agradecer por su salud a la imagen milagrosa. “Estuve muy enferma y le pedí a mi padrecito y mejoré”, dijo la dama muy emocionada.
En el recorrido, también había muchos feligreses que salían de sus casas para admirar la imagen. Adelina La Rosa, una de ella, dijo que siempre ha tenido fe por la figura sufriente del Hijo de Dios. “Con mi esposo siempre iba a la procesión, le digo teniendo mucha fe, y siempre le pido por mi familia”.
Mayra González, quien visitaba la zona con su familia, procedente de Canchunchú, dijo que siempre van a las procesiones y este año se unieron con los parientes de Playa Grande para participar en el recorrido.
En la Parroquia Divina Misericordia en Canchunchú, hicieron una misa con más de mil participantes en plena vía pública y después partieron en procesión hacia la zona sur del municipio, donde se unió el Nazareno de esa zona con las imágenes de El Muco y Guayacán.
Bermúdez/ Cecilia Lárez
