Los últimos migrantes que quedaban han desmantelado el campamento en Grecia donde habían resistido los intentos de la policía de desalojarlos.
Los migrantes se habían enfrentado con la policía al creer versiones en las redes sociales de que se habían levantado las restricciones de viajes en el centro y norte de Europa.
La policía detuvo a algunos de los 60 que quedaban, que no tenían documentos. El resto fue para otros campamentos o para apartamentos en diversas partes de Grecia.
El sábado algunos migrantes empezaron a irse, gritando de júbilo. Cuando se les preguntó por qué, dijeron que la canciller alemana Angela Merkel había abierto las fronteras de Alemania. Ello resultó ser falso.
La mayoría de los migrantes son refugiados de Siria, Irak y Afganistán.
Diavata / AP
