Cansados. Así se sienten los comerciantes que ejercen su actividad en la avenida Intercomunal Jorge Rodríguez, a la altura del puente Monagas de Barcelona, ante los actos delictivos de los que son víctimas por las noches y que se han agudizado en el último mes.
Señalaron que, aparentemente, es un grupo de jóvenes el que ingresa en los negocios para hurtar equipos y otros objetos de valor, como bombas de agua, aires acondicionados, cableado eléctrico y piezas de hierro, aluminio o cobre.
Fernando Lara, dueño de uno de los locales comerciales, indicó que recientemente tuvo que colocar una nueva reja en la entrada, para mayor seguridad, debido a que últimamente han intentado meterse en su establecimiento.
"Los robos no son nuevos en la zona, pero se habían aplacado por un tiempo. Sin embargo, desde hace un mes para acá la situación se ha intensificado otra vez", añadió.
En los comercios que tienen patio y que colindan con el río Neverí han tenido que instalar también cercos eléctricos para evitar que los delincuentes se metan por esas áreas.
Carlos García, otro comerciante, aseguró que ha sido blanco de estos hechos.
"Hubo una noche que dejé el carro aquí en el taller y cuando vine en la mañana tenía una ventana rota y el capó violentado, me imagino que para sacarme la batería", comentó.
García destacó que hace unas dos semanas fue rehabilitada la plaza donde queda una parada de transporte público, diagonal a la entrada de Barrio Sucre, y que al día siguiente la fuente y las luces ya no funcionaban porque se habían robado los cables de electricidad.
Indicó que organismos de seguridad saben del problema, pero aun así no se ve patrullaje y menos en horas nocturnas.
Tanto él como el resto de los afectados exigen que los cuerpos policiales atiendan el caso, que detengan a los responsables y establezcan un recorrido regular por el sector.
Barcelona / Andrea Aroca
