El expresidente ecuatoriano Rafael Correa salió ayer de la emisora del municipio de Quinindé, en la provincia de Esmeraldas (noroeste), donde denunció que permaneció retenido debido al asedio de una turba, mientras hacía declaraciones sobre su campaña por el NO a la consulta popular impulsada por el Gobierno.
"Piedras, palos, huevos, tratan de boicotear nuestra visita", declaró a EFE Correa en conversación telefónica, poco después de salir de las instalaciones de la radio donde estaba dando una entrevista en esa localidad.
El exmandatario acusó al alcalde de la localidad de Quinindé de convocar a los participantes en la turba, que rodearon la emisora y lo mantuvieron retenido en contra de su voluntad.
"El alcalde hizo salir (a la gente) y en respuesta había como unas 100 personas, (de los cuales) unos 15 o 20 muy agresivos, incluso armados", prosiguió.
El político precisó que entre los asaltantes, "había guardaespaldas armados con pistolas de 9 milímetros, que se pueden identificar" y citó entre ellos a funcionarios del propio municipio y simpatizantes del extinto grupo MPD (Movimiento Popular Democrático), hoy conocido como Unidad Popular.
Describió a los participantes en la agresión de "gente muy violenta, que nos ha estado emboscando en todos lados y en Borbón (también provincia de Esmeraldas) tratado de hacernos daño".
La comitiva del presidente ha sido objeto de agresiones con huevos, piedras o basura en distintos puntos de su recorrido por las provincias de Esmeraldas, Manabí y Los Ríos.
Según explicó Paola Pavón, quien fuera secretaria de la Política del Gobierno de Correa y del actual presidente, Lenín Moreno, el exmandatario logró salir del recinto donde se encontraba retenido durante más de tres horas gracias a la intervención de la Policía, que empleó gases lacrimógenos y medios antidisturbios.
"Durante diez años que hemos enfrentamos procesos electorales en el país, nunca hemos sido testigos de casos de violencia que se están agudizando a puertas de la consulta inconstitucional", manifestó Pavón.
Hasta primera hora de la tarde el Ejecutivo ecuatoriano ni el Consejo Nacional Electoral (CNE) no se habían pronunciado sobre el suceso ocurrido en Quinindé.
El próximo domingo, 4 de febrero, los ecuatorianos están llamados a expresarse en una consulta popular que incluye siete preguntas de diversa índole, como corrupción, reelección indefinida, delitos sexuales a menores y medioambiente.
El presidente Lenín Moreno, al frente de 36 partidos, organizaciones y plataformas que piden el Sí, frente a cuatro encabezadas por el expresidente Rafael Correa que pide el No, instó esta semana a "participar con alegría y optimismo, confianza y esperanza".
Quito / EFE