Carlos Alberto Rondón Lara, de 35 años, conocido como “badua”, uno de los pranes más conocidos del Centro Penitenciario de Barcelona, murió en un tiroteo con efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la población de Tucupido, estado Guárico, el pasado sábado 22 de junio.
Rondón Lara, quien había logrado la libertad tras cumplir su pena, se hallaba en una residencia de la calle 1 de la mencionada población, cuando llegaron los militares con quienes supuestamente se enfrentó a tiros. La muerte le sobrevino al recibir dos impactos de balas en el tórax.
A raíz de que la fiscal Penitenciaria del estado Anzoátegui, Nancy Monsalve, trasladara a Rondón Lara a los tribunales de Barcelona para que el Juzgado de Ejecución le concediera la libertad, poco se había sabido de él.
Denuncias
Se le señalaba de estar implicado en varios homicidios, pero ninguno de los cuerpos policiales del estado Anzoátegui logró comprobarlo.
“Badua” era sospechoso en el caso de la muerte de las jóvenes Greymar Aristimuño, de 21 años; y Verónica Vargas, de 20, una de ellas hija de un supervisor de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui). Los cadáveres fueron hallados en la vía hacia la localidad guariqueña San Rafael de Laya, el pasado 20 de abril de 2019.
Arma
Para el momento de la balacera “badua” portaba un revólver calibre 38 milímetros (mm), Smith &Wesson y una granada fragmentaria.
En el sitio de la balacera, los efectivos del Conas hallaron un vehículo Toyota Corolla, color dorado, placas AE492YG, año 2012, y una pistola Glock 9mm, la cual está solicitada por la subdelegación de la policía científica de El Llanito, en Caracas por el delito de robo, desde el 19 de agosto 2011.
Barcelona / Eleida Briceño