Pedro Martínez trabaja de noche como camillero en un hospital de Caracas y de día vende galletas en un bulevar de la capital. A sus 56 años tiene que pluriemplearse, porque su salario de 29 dólares como empleado público no le alcanza, como a millones de trabajadores venezolanos. Sentado en una silla de plástico en el dinámico […]