El Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de Caracas, quien se encargó de llevar y entregar el 18 de enero de 2019, a la Congregación para las causas de los Santos, en El Vaticano, el dossier del milagro de la niña Yaxury Solórzano que ha permitido elevar a los altares al doctor José Gregorio Hernández, al ser entrevistado por El Impulso, estima que la canonización del primer santo venezolano, posiblemente, ocurra entre septiembre y octubre de este año.
La revisión del dossier, conviene recordar, comenzó el 31 de enero de ese mismo año y la postuladora de la causa de la beatificación fue la abogada argentina-italiana Silvia Correale. En esa ocasión se informó que médicos del Vaticano, de todas las especialidades, estudiarían exhaustivamente el sumario que recibieron de parte de un relator para concluir, con aprobación de la mayoría, si se trataba o no de de un hecho inexplicable por las ciencias médicas.
El sumario pasaría luego a la Comisión de Teólogos, la cual adjudicaría el hecho inexplicable al Venerable doctor José Gregorio Hernández, si realmente se dio o no su intercesión a petición de la devota madre de la niña Yaxury (Carmen Ortega) al enterarse que el neurocirujano realizaría la intervención quirúrgica con pronóstico reservado. Posteriormente, el congreso de Cardenales y Obispos tendría a su cargo reconfirmar la decisión de médicos y teólogos de que se trata de una verdadera acción divina por intercesión de José Gregorio Hernández y, en tal virtud, le correspondía al prefecto del dicasterio solicitarle al Papa Francisco aprobar y ordenar el decreto de beatificación, para que el médico de Isnotú se convirtiera en el primer hombre y laico venezolano en ser elevado a los altares.
¿Qué nos podría decir acerca de la canonización del doctor José Gregorio Hernández?
Aún la fecha no está fijada. Pero, probablemente, como ya lo había dicho el Papa Francisco, las canonizaciones este año serían dos, entre septiembre y octubre. Evidentemente, faltan las formalidades de la reunión de los Cardenales y demás, que la fijen. Pero, en principio, debe estar más o menos esas fechas, porque son en este año y jubilar.
¿Entre septiembre y octubre?
Esa es la fecha que el Papa anunció hace algún tiempo y que, seguramente, podría ser así, porque él lo que quiere es que no sean canonizaciones individuales, sólo la de Carlo Acutis por el jubileo de los jóvenes; pero, todas las demás sean colectivas. Saldrán varias y de diversos continentes los que estarán en estas canonizaciones.
Cardenal, ¿va a haber un programa de actividades, previo a la canonización, en las iglesias de Venezuela?
Claro que sí. Lo que hay es que prepararse ya. Estamos en estos días de carnaval, pero en los próximos días, seguramente, tanto en la Arquidiócesis de Caracas como en la Conferencia Episcopal, lo que tenemos que hacer es prepararnos y no esperar la fecha, sabiendo que desde ya la fecha está próxima y sólo aguardamos el anuncio. Ante ese acontecimiento, toda la preparación, tanto espiritual como logística, hay que hacerla desde ya.
Cuando ya está prevista la canonización, ¿cómo se siente usted que se ocupó de llevar el dossier al Vaticano?
Siento una inmensa alegría, una emoción muy grande por tener el primer santo venezolano, quien ha sido un médico y laico. Sobre todo que sea en estas circunstancias cuando el Papa, desde su lecho de enfermo, ha canonizado a un médico santo y hasta esas mejoras que ha tenido el Santo Padre se le atribuye a esa intercesión.
¿Cómo ve a la feligresía venezolana en torno a la imagen del doctor José Gregorio Hernández?
Yo creo que no es solo la feligresía. Yo creo que no hay ningún venezolano, sea muy practicante, creyente o no, que no sienta el inmenso respeto, admiración y deseo de imitar a quien es ejemplo de ser una personal servicial, dispuesta a hacer el bien y ser siempre útil. Además de que ese ejemplo de médico al servicio de los necesitados trasciende, desde hace tiempo, nuestras fronteras. He visto desde el primer momento del anuncio de su canonización, tanto en las entrevistas que se han hecho en el exterior como a personas no venezolanas, en diversos países, expresar vívidamente la emoción que han sentido y la comparten al igual que nosotros. José Gregorio es desde ya cierto tiempo una figura universal y esta canonización le da oficialidad a lo que es su mensaje de fe, que es presente en este mundo que vivimos, un mundo de violencia y de guerras, en el que hay necesidad de trabajar por la paz, y una de ellas es el gran ejemplo que nos dió José Gregorio.
Cuando usted habla de ejemplo, ¿qué significado tiene para la juventud el nombre de José Gregorio Hernández, quien se destacó como un buen estudiante, un gran investigador para la ciencia médica y sobre todo muy solidario con los demás?
Hay muchas facetas de José Gregorio que tienen un gancho con la juventud de hoy. Primero, que viniendo de un pueblo perdido en las montañas, el esfuerzo por hacer bien las cosas que recibió como lección en la familia, el deseo de superación, la voluntad inquebrantable de servir a los demás y hacerlo con una amplitud de miras, son atributos admirables. Luego tenemos que destacar otras facetas de José Gregorio como poeta, músico, bailarín porque le encantaba hacerlo, y vestirse bien. Dos cosas lo llevaron adelante: el servicio a los pobres, a los enfermos, a los más necesitados; y hacerlos desde una fe, que no sólo lo acompañó siempre, sino que fue el motor de sus acciones, y de trabajar con gente de diversos pensamientos. Extraordinario ejemplo en todo tiempo, porque lo que nos une es lo que nos podrá permitir trabajar para echar adelante. No es creer en que sólo tenemos que trabajar con los míos y los que piensan como yo, sino que en un mundo tan plural lo importante que nos tiene que unir es el servicio y la búsqueda del bien colectivo.
Cardenal Porras, entre los problemas más graves que tiene Venezuela es que, según estudios y encuestas serias como la de Encovi, en estos momentos hay 2 millones 600 mil menores que se encuentran fuera del sistema educativo. ¿Cómo ve esa situación tomando en consideración que José Gregorio Hernández se convirtió en un gran profesional por haberse formado muy bien?
Ciertamente, el problema más grave es la falta de educación, porque la mayor riqueza que puede tener un pueblo es la formación de sus niños y jóvenes. Se requiere un gran esfuerzo para que la educación no sólo masificada sino que tenga calidad tanto en primaria y secundaria como en la superior. El ejemplo que están dado muchos de los jóvenes profesionales que han salido del país es la de ser los mejores en cada una de las ramas donde se desempeñan por la formación que recibieron aquí; pero, lamentablemente, se han venido presentando dificultades que afectan la buena preparación de nuestra juventud. Ojalá se logre superar esta situación porque estamos en un mundo de competitividad y debe hacer participación para los excluidos.
Y, por último, ¿la santidad de José Gregorio Hernández compromete mucho más a la Iglesia con su pueblo?
Nos compromete como siempre nos ha comprometido y seguir haciendo calladamente la cantidad de obras en el servicio de todas las personas necesitadas, en diversos aspectos. La Iglesia permanece al lado de su pueblo y expresa su voz por el bien del país.