En los últimos años, el sector educación ha sido uno de los más golpeados por la crisis política, económica y social que vive el país.
Daños en la infraestructura, deficiencias en los servicios básicos (agua y luz principalmente) y la disminución de beneficios para los docentes son algunos de los problemas que más se han notado, desde hace unos años, en la mayoría de los planteles de Anzoátegui.
No conforme con eso se ha añadido una nueva situación adversa que, como reza el dicho popular, ha venido a ponerle la guinda al pastel: el déficit de educadores en claro y grave perjuicio para el estudiando.
Y es que desde hace cinco años, aproximadamente, ha bajado de manera significativa el número de profesores que prestan servicio en el sistema educativo en todos los niveles: básico, bachillerato y universitario.
Así lo afirmó la presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en la entidad oriental, Maira Marín, quien indicó que ha habido gran cantidad de renuncias de docentes, algunas notificadas y otras no.
"Se han dado muchos abandonos de los puestos de trabajo sin reportar. Es difícil dar cifras exactas porque esto de la deserción es prácticamente un secreto de Estado para el gobierno. Sin embargo, de 23 mil docentes que hacen vida en Anzoátegui, estimamos que 12% han dejado el sistema educativo", aseguró.
Proceso lento
La presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), Maira Marín, explicó que aun cuando 12% de los educadores ya no asisten a sus puestos de trabajo, siguen en la nómina del Ministerio de Educación. "Administrativamente esto es un proceso que se debe depurar. Por ahora solo les aplican suspensión de salarios y beneficios hasta que confirmen que renunciaron. Con la pandemia este proceso se ha vuelto más lento", agregó.
Según detalló la dirigente gremial, la principal razón de estas renuncias es la merma de los ingresos económicos.
"Para los educadores ya no es atractivo dar clases por los bajos salarios y los pocos beneficios que tenemos. Por eso seguimos exigiendo un salario conforme a lo que dice el artículo 91 de la Constitución", agregó.
Marín destacó que quienes siguen dando clase en la actualidad compensan la situación ejerciendo uno y hasta dos trabajos adicionales (matan "tigritos").
De acuerdo con lo expresado por la presidenta de Sinvema, cada vez hay menos profesores dictando cátedras en los colegios y liceos.
"Por eso estamos viendo en los planteles que hay ingenieros dando Matemáticas o enfermeras enseñando Biología, porque no hay profesores especialistas que se encarguen de estas materias. Incluso, están contratando a docentes que ya se habían jubilado. ¿Qué es esto?", se preguntó en tono irónico.
Otra de las consecuencias señaladas por Marín es que otros educadores han tenido que ponerse a dar dos, tres y hasta cuatro materias, cuando sólo impartían una a diferentes grupos de estudiantes.
"Si se hace un cálculo, un docente puede llegar a atender a la semana hasta a 300 alumnos de varias secciones. Esto es una locura", enfatizó.
Y este déficit no sólo se está presentando en colegios y liceos, sino también en las universidades.
Por ejemplo, en el Núcleo Anzoátegui de la Universidad de Oriente (UDO), la nómina de profesores que hace 10 años ascendía a 580, es ahora de 340.
Sobre el caso, el presidente de la Asociación de Profesores de la UDO (Apuro), Tirso García, indicó que uno de los años más críticos por la salida de profesionales de la educación fue 2017. Esa vez, según cifras recabadas por el gremio, 25% de los catedráticos del alma máter renunciaron o simplemente solicitaron la jubilación.
Al igual que la representante de Sinvema, García aseguró que la causa principal de que muchos educadores tomen esa decisión son los disminuidos sueldos.
Maira Marín afirmó que ajustar los sueldos de los educadores resolvería 80% del problema del déficit. "Así ya no tendrían estrés y se levantaría su estado anímico y psicológico. Ahorita muchos hasta piden prestado para poder pagar pasaje para ir a las escuelas".
"Por eso sigue existiendo un déficit de profesores de aproximadamente 25% en las distintas escuelas de la universidad. Antes de la pandemia (de Covid-19) había unos 12 alumnos por sección, mientras que ahora el promedio es de 16. En Básico y Medicina el promedio es de 36 y en la Escuela de Ingeniería 15 y en Ciencias Administrativas 12. Con la pandemia y la llegada de las clases online, 35% de los estudiantes que habían desertado están solicitando reingreso, pero sigue existiendo el déficit de profesores", acotó.
En pocas palabras, hay más estudiantes y menos profesores que los atiendan. Esto se traduce en un mayor desgaste para los pocos educadores que asumen el reto de dar clases a diferentes secciones.
Y lo más lamentable es que el ingreso que percibe, afirman, no es equivalente a todo el esfuerzo que hacen.
Según las cifras que maneja la Federación Nacional de Padres y Representantes (Fenasopadres) en Anzoátegui, en 2021 se reportó una deserción de docentes de 65%.
"También hubo 60% de abandono estudiantil para el mismo periodo. La situación de pandemia del Covid-19 ha incidido en la dificultad de ir a los centros de enseñanza para constatar cómo se está desarrollando en la actualidad el proceso educativo, en qué condiciones se encuentran las instalaciones, así como la presencia del personal docente, administrativo, obrero y alumnado”, señaló Gladys Kumbo, presidenta de Fenasopares en Anzoátegui.
La gremialista dijo que, cuando se trata de este tema, el hermetismo es total por parte del Estado. "El acceso a información oficial es restringido, aun cuando las instituciones públicas están en el deber de aportarla", recalcó.
Apuntó que, en estos momentos, la mayoría de los colegios públicos desarrollan clases semipresenciales, por grupos pequeños de alumnos que asisten, en su mayoría, una vez a la semana, cuando el docente puede asistir".
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino
