El cuerpo del futbolista argentino Emiliano Sala, fallecido el mes pasado en un accidente aéreo en el Canal de la Mancha, era velado el sábado en su pequeño pueblo natal de Progreso, donde fue recibido como un héroe entre lágrimas colectivas por familiares y amigos antes de su cremación.
“Es algo que no termino de comprender y de aceptar, porque duele muchísimo. El pueblo se apagó, mi pueblo se apagó desde el 21 de enero, y desde ahí, bueno, hasta el día de hoy. Solamente pido resignación a la familia, a sus amigos, allegados”, dijo entre lágrimas Lucía Torres, vecina de Progreso.
“La verdad yo no entiendo mucho de esto. Me gustaría encontrar un responsable, alguien que me diga ‘bueno, pasó esto’, pero solo la fatalidad parece que nos llevó a esto”, dijo a los medios _también entre lágrimas_ una tía del jugador, Mirta Taffarel, aún en shock por el suceso.
La pena se respiraba desde temprano en las calles de Progreso, que perdió a su ídolo y figura más conocida y donde reinaba un silencio sobrecogedor. Los restos del jugador de 28 años llegaron al aeropuerto internacional de Ezeiza el viernes a bordo de un avión de línea británico proveniente de Londres.
Luego de su llegada al aeropuerto, el cadáver emprendió el viaje en una camioneta fúnebre blanca hacia el pequeño poblado de pocos miles de personas, situado a unos 540 kilómetros al norte de la capital argentina donde todos conocían desde pequeño a “Emi”, como lo llamaban.
Los restos del jugador serán velados de manera pública en el club San Martín de Progreso, donde de niño dio sus primeros pasos como jugador. Permanecerán allí hasta horas de la tarde, cuando la familia realizará un acto íntimo de despedida al jugador antes de la cremación.
En el velorio público está prevista también una ceremonia religiosa.
Sala, quien recién había sido fichado por el Cardiff de la Liga Premier, iba a bordo de una avioneta monomotor el 21 de enero, cuando la aeronave desapareció del radar sobre el Canal de la Mancha en vuelo desde la ciudad francesa de Nantes a Cardiff, la capital de Gales. La noticia que marcó los titulares y mantuvo en vilo al mundo futbolístico europeo y argentino por lo misterioso de la desaparición.
Los restos de la nave fueron recién localizados el 3 de febrero luego de que la familia del jugador recaudara fondos para iniciar una búsqueda privada con David Mearns, un estadounidense especialista en la detección de naufragios, en colaboración con investigadores británicos.
Según la autopsia, Sala falleció por lesiones en cabeza y torso.
Sala era conocido y apreciado por todos en el pueblo y también entre sus compañeros de los equipos en los que jugó. Para asistir al funeral y dar cierre a esta tragedia futbolística, el viernes llegaron a Argentina su amigo y compañero en el Nantes, Nicolas Pallois, y el técnico Neil Warnock del Cardiff, así como el director general del club, Ken Choo.
El fichaje de Sala representaba el más caro de la historia del Cardiff: unos 15 millones de libras (19 millones de dólares). El jugador viajaba a la capital galesa desde Nantes tras despedirse de sus antiguos compañeros.
Progreso / Argentina