La tercera reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales bajo la presidencia sudafricana del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) empieza este jueves en un contexto marcado por la guerra comercial de Estados Unidos y desafíos como la financiación para el desarrollo o la deuda.
"Nuestra presidencia hace especial hincapié en fortalecer el papel del G20 para ofrecer soluciones concretas, construir una arquitectura financiera internacional más estable, eficaz y resiliente, mejorar la sostenibilidad de la deuda y abordar los desafíos de liquidez", afirmó Duncan Pieterse, director general del Tesoro sudafricano.
Pieterse también destacó como prioridades "fortalecer los bancos multilaterales de desarrollo y garantizar la financiación para el desarrollo", durante la apertura del encuentro de subdirectores de Finanzas y bancos centrales previa a la reunión de titulares.
La actividad se celebra hasta el viernes en el resort de Zimbali, cerca de la ciudad de Durban (este), después de la primera reunión, el pasado febrero en Ciudad del Cabo (suroeste), y la segunda, que se desarrolló en abril en los márgenes de las reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Washington.
Los participantes se reunirán en un contexto de tensiones por las medidas del presidente de EE.UU., Donald Trump, que anunció la pasada semana un arancel del 30 % a los productos procedentes de la Unión Europea (UE) y México a partir del próximo 1 de agosto en una nueva escalada de su guerra comercial.
También se verían afectados, si Trump finalmente impone las altas tarifas anunciadas, muchos países de África, un continente cuyos intereses el presidente sudafricano, Cyril Rampahosa, quiere poner en el centro de su presidencia rotatoria del G20, así como del conjunto del sur global.
Como sucedió en la primera reunión de Finanzas del grupo este año, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, no asistirá a la cita en Zimbali, donde EE.UU. estará representado por Michael Kaplan, subsecretario en funciones del Tesoro para Asuntos Internacionales.
El pasado abril, la Unión Africana (UA) pidió a Trump que extienda la prórroga sobre los aranceles y alertó de que las medidas "debilitarán" las economías de los países del continente.
"La deuda obstaculiza el desarrollo y empobrece a los países (...) Necesitamos desarrollar un control sobre la deuda", declaró a la prensa este lunes el exministro de Finanzas sudafricano Trevor Manuel, que preside el Panel de Expertos de África creado el pasado marzo por Ramaphosa.
El panel busca proponer medidas para hacer más efectivo el Marco Común para el Tratamiento de la Deuda, creado en 2020 por los miembros del G20 para ayudar a los países asfixiados por la deuda.
Hasta el momento, han acudido a este mecanismo cuatro estados africanos: Zambia, Ghana, Etiopía y Chad.
Otros temas que estarán en la agenda de la reunión son la crisis climática o la necesidad de aumentar los fondos para el desarrollo, en un contexto marcado por los drásticos recortes en la ayuda internacional de EE.UU. y algunos países europeos.
Los asistentes al encuentro intentarán alcanzar un comunicado conjunto, algo que no siempre se ha conseguido en el pasado por desacuerdos entre los países.
Sudáfrica es el cuarto país emergente que preside de manera consecutiva el G20, después de Indonesia (2022), India (2023) y Brasil (2024), todos ellos miembros del grupo de economías emergentes BRICS, que busca ejercer un contrapeso frente a las potencias occidentales.
El G20 está formado por 19 países (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y EE.UU.) y dos organizaciones regionales: la Unión Europea (UE) y la UA.
Sudáfrica, la economía más industrializada de África, concluirá un ciclo en el que los 19 países del grupo se turnaron al frente, por lo que la coordinación del organismo recaerá en 2026 nuevamente en EE.UU.
Durban / EFE