-¿Y sus custodios? –preguntó un periodista
-¡Aquí están con nosotros! – respondió Leopoldo López desde la Base Aérea La Carlota, en el este de Caracas.
Eran las 6:15 am. Los venezolanos se despertaban con la noticia de un alzamiento militar y la liberación del dirigente de Voluntad Popular (VP) quien hasta ese momento se presumía estaba cumpliendo casa por cárcel, otorgada desde 2017, con vigilancia de funcionarios castrenses. Sorpresivamente aparecía en los medios luego de años de silencio.
“Mis custodios se vinieron con nosotros y estoy convencido de que van a ser muchos más los (efectivos) de la fuerza militar que se van a sumar a nosotros. Yo al igual que todos los presos políticos, recibimos un indulto del presidente Guaidó”, apuntó López vestido con una chaqueta negra que le cubría hasta el cuello, y una banda azul atada en el brazo derecho. Esta cinta identificaba también a los integrantes sublevados de la Fuerza Armada Nacional (FAN) que se habían unido al levantamiento.
López estaba acompañado del presidente interino, Juan Guaidó, quien pidió a los seguidores de la oposición salir a la calle y consolidar el fin del gobierno del jefe de Estado, Nicolás Maduro. Guaidó había publicado a las 5:46 am que había comenzado el cese de la usurpación.
Los canales que conducían a La Carlota desde la Autopista Francisco Fajardo y Prados del Este permanecían cerrados, mientras el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseguraba que “un reducido grupo” de militares insubordinados estaba siendo “enfrentado y desactivado”. El titular del despacho de la Defensa, Vladimir Padrino López, informó que todas las unidades militares, estaban desplegadas en las ocho Regiones de Defensa Integral (Redi) y reportaban “normalidad” en los cuarteles y bases militares “bajo el mando de sus comandantes naturales”.
A las 7:15 am, seguía sin aparecer el presidente Maduro en los medios de comunicación. El dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, llamó a los seguidores del Gobierno a reunirse en Miraflores al oeste de la capital. “Tenemos las caras de los que están al frente de este golpe”, aseguró.
Desde el Centro de Comunicación Nacional, organismo recién creado por el parlamento para hacer frente a la “manipulación” de noticias del Ejecutivo, se hacían eco del llamado de Guaidó y otros dirigentes antichavistas, animando a realizar una concentración en La Carlota. Se indicaba, contradiciendo las informaciones oficiales, que se estaban registrando levantamientos militares “en todo el país”. Los medios de comunicación eran el otro campo de batalla. Los principales canales de televisión no emitían ninguna información con detalles de lo que sucedía.
López aprovechó para dirigirse a los integrantes de la FAN. “Sabemos que el dolor del pueblo es el dolor de ustedes. Es el momento de todos los venezolanos con uniforme y sin uniforme, militares, jueces, fiscales, funcionarios públicos. El llamado es a salir a las calles en Venezuela y todo el mundo. Salgan a la calle en paz como ha dicho el presidente Guaidó”.
La Carlota –donde ya se registraba una arremetida de gases lacrimógenos contra militares y manifestantes- y Miraflores –donde se había incrementado el resguardo militar, sin paso desde Catia ni la avenida Urdaneta - eran los dos puntos de tensión en la capital. En el medio, se alternaban cacerolazos, cornetas de autos y puntos donde comenzaba a congregarse la gente en las calles, como en la plaza Washington en El Paraíso o La California y Petare.
Caracas / Corresponsalía
