El abogado y defensor de los derechos humanos, José Santoyo, advirtió este viernes, desde la entrada del Palacio de Justicia en Barcelona, que el femicida de Crisbelis Sarmiento, Jesús Alcalá Romero, quien fue condenado a 30 años de prisión por este caso que ocurrió en el 2022 en el municipio Juan Antonio Sotillo, podría fugarse.
"El día de ayer (jueves) revisamos las actuaciones que conforman el expediente y nos causó mucha extrañeza que en más de seis oportunidades el penado, que hoy cumple condena en el Centro Agroproductivo de Barcelona, mejor conocido como Puente Ayala, ha solicitado el traslado al hospital Luis Razetti por presentar gripe y congestión nasal. Pero nos causó extrañeza, que en la última oportunidad lo pidió al seguro de Las Garzas", expresó Santoyo, en compañía de familiares de Sarmiento.
Dijo que debido al "quantum" de la pena y las medidas de seguridad que hay que tomar en este caso, solicita una evaluación médico-forense que establezca las condiciones del estado físico y salud mental de Alcalá Romero.
"¿Por qué? Porque puede ser una estrategia, junto a su abogado, de tratar de lograr una libertad por alguna medida humanitaria o pudiera estar planeando una fuga en un recinto hospitalario", aseguró Santoyo.
Ante tal duda, Santoyo también le solicita al director del recinto penitenciario que, con autorización del tribunal, cuando se realicen los traslados, se garantice la resulta del proceso, a fin de evitar una evasión.
Jasmín Guilarte, madre de Sarmiento, le pidió al presidente Nicolás Maduro, al gobernador Luis Marcano y al Fiscal General, Tarek William Saab; que se cumplan las leyes y la condena que le dieron a Alcalá Romero.
Crisbelis Sarmiento, de 22 años, conoció a Jesús Alcalá Romero (26) a través de Facebook y tras una salida a un local nocturno, el 9 de abril de 2022, desapareció.
Su cuerpo fue hallado días después, el 18 de abril, enterrado en el patio de una casa en la zona rural del municipio Sotillo.
La autopsia reveló que Sarmiento recibió heridas por arma blanca en la mandíbula, cuello, cabeza, tórax y mano.
Barcelona / Elisa Gómez
