La escasez de insumos y equipos médicos se ha vuelto común en la mayoría de los recintos de salud del municipio Simón Bolívar.
Centros de Diagnóstico Integral (CDI), módulos y hasta ambulatorios son algunos de las instituciones públicas donde a diario son atendidos residentes de Barcelona que no cuentan con ingresos económicos para ir a una clínica privada.
En el caso de los CDI, específicamente el que está ubicado en La Ponderosa, no hay ni un tensiómetro para medir la presión arterial de quienes lo requieren.
El pasado lunes, María Chacón acudió al CDI presentando debilidad en todo el cuerpo, además de un fuerte dolor de cabeza.
“Cuando llegué lo primero que me preguntaron fue que si había llevado un tensiómetro porque ellos no tenían. Me dijeron que si no, lo más que podían hacer por mí era darme una pastillita para el dolor de cabeza”, dijo.
Chacón tuvo que pedir auxilio a los vecinos para poder trasladarse hasta el hospital universitario Luis Razetti, donde fue atendida por los médicos de guardia.
Agregó que al ingresar en la emergencia le tomaron la tensión y aunque no había tantos insumos, “por lo menos” la atendieron con lo que tenían.
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Juan Pérez pasó la noche del martes “brincando de centro en centro” con su hijo de 3 años que tenía dolores abdominales y fiebre muy alta.
“Fue desesperante cuando llegué al ambulatorio, que está cerca del canal de alivio, con mi muchachito y me dijeron que no tenían ni para ponerle un medicamento por la vena”.
Indicó que no tuvo otra opción que pedir dinero prestado para ir a la farmacia y comprar yelcos, solución fisiológica, jeringas, algodón, alcohol y adhesivo para que los galenos atendieran al menor de sus dos hijos.
“Gasté más de 90 mil soberanos en esos insumos básicos que debería tener toda emergencia. Se supone que el gobierno nacional ha dotado a los centros de salud y resulta que cuando acudimos con una emergencia, no hay nada”.
Barcelona / María Fernanda Méndez Y.