La alta comisionada para los derechos humanos (DD.HH.) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, actualizó su informe sobre la situación que vive Venezuela en cuanto a las normas que reconocen y protegen la dignidad de todas las personas. El documento generó el pronunciamiento de varios países, que clamaron por una pronta solución a los problemas que padecen los habitantes de la nación caribeña.
Para los países de la comunidad internacional que dicen estar comprometidos con la democracia, la libertad de expresión y los DD.HH., Venezuela todavía sigue siendo un tema de interés y preocupación. Y más aún tras el documento presentado por Bachelet, donde se ratifica la ocurrencia de presuntas violaciones por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y otras irregularidades a las cuales, pese a las recomendaciones, “no se les ha prestado la debida atención”.
“La Acnudh (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) continuó recibiendo denuncias creíbles de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Recibió algunos informes de golpizas, descargas eléctricas, violencia sexual y amenazas de violación. El Acnudh no tiene conocimiento de ninguna acción emprendida por la Comisión Nacional para la Prevención de la Tortura, entre el 1 de junio de 2020 y el 30 de abril de 2021″, expresó Bachelet.
Las declaraciones de la expresidenta chilena ponen en aprietos, una vez más, al gobierno de Nicolás Maduro, debido a que su pronunciamiento, “con especial atención al espacio cívico y al estado de derecho, y sobre la relación de dichos acontecimientos con la aplicación de las recomendaciones anteriores”, podría significar un agraviamiento de la crisis en la patria de Simón Bolívar.
Durante la 47° sesión del Consejo de Derechos Humanos, naciones e instancias como la Unión Europea (UE), Colombia, Ecuador, España, Portugal, Australia, Países Bajos y Suecia manifestaron sentirse alarmantemente preocupadas ante la represión, detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales y la violencia de las fuerzas policiales, situación que constituye unos de los tantos conflictos evidenciados en el informe de la alta comisionada.
“Manifestamos nuestra preocupación por la violación de los DD.HH. descritos en el informe, la represión de la oposición política, detenciones arbitrarias, las torturas, ejecuciones extrajudiciales y la violencia por parte de las fuerzas de seguridad. Restricciones a la libertad de expresión también son motivos de preocupación”, expresó UE.
Por su parte, España destacó su inquietud respecto al tema y rechazó que muchos de estos problemas estén involucrando a la sociedad civil. Asimismo, “vulnerando los derechos económicos y sociales”, con especial énfasis en el derecho a la alimentación y la salud en el contexto de la pandemia de coronavirus.
En contra del informe
Durante su intervención en el Consejo de Derechos Humanos, Corea del Norte alegó que en la Acnudh se “usan los derechos humanos para atacar a Venezuela”. Por su parte, Cuba dice que el informe “es una justificación para apoyar intentos de golpes de Estado”.
Sin atención
Fue en 2019 cuando Bachelet presentó su primer informe sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Desde el primero hasta el último, presentado el pasado 5 de julio, la expresidenta chilena emitió, al menos, 43 recomendaciones que, de acuerdo con Reino Unido, “no han sido aplicadas completamente”.
“En muchas instancias, la situación no ha mejorado y sigue existiendo profunda preocupación. Estas recomendaciones abordan temas que afectan la vida de los venezolanos”, expresó la funcionaria
En ello también coincide el gobierno de Japón, el cual exhortó a la administración madurista a abordar las sugerencias realizadas por la Acnudh. Además, expresó que apoya la Misión de Determinación de los Hechos, que espera que realice investigaciones sobre el caso venezolano.
Según el informe de Michelle Bachelet, esta vez sumó nueve a las más de 40 sugerencias que ha hecho la alta comisionada de la ONU al gobierno de Maduro desde que visitó Venezuela, en 2019. Entre los llamados de atención se encuentra la realización de comicios justos, que garanticen el derecho al voto de la población.
“Venezuela es parte de los miembros del Consejo de Derechos Humanos y en este sentido no solamente debe respetar los compromisos internacionales asumidos en materia de DD.HH., sino también dar ejemplo de un diálogo franco con el conjunto de fuerzas políticas. La población debe poder expresarse, manifestarse en elecciones libres y transparentes”, expresó el gobierno de Francia.
Por el mundo
Para nadie es un secreto que más de 5,4 millones de venezolanos han huido de su país en busca de oportunidades, como revelan cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La nación caribeña registra un éxodo que ha sido comparado por los expertos, con el de países en guerra. Incluso, se prevé que el próximo año supere a Siria.
“Según la ACNUR, estamos ante una de las peores crisis de desplazamientos del mundo. Las personas se van de Venezuela huyendo de la violencia, amenzas y persecuciones, así como de la falta de alimentos y servicios esenciales. Colombia ha acogido, al momento, más de 1,7 millones de venezolanos”, expuso el gobierno neogranadino.
Brasil, otro de los afectados por la migración venezolana, también dijo estar preocupado, asegurando que la transgresión de derechos humanos en Venezuela ha contribuido a la segunda crisis más importante de migración y refugiados en el mundo.
Rechazo
La cancillería venezolana, al mando de Jorge Arreaza, no tardó en cuestionar el informe Bachelet y difundió un comunicado en el que consideró que las declaraciones emitidas por la expresidenta chilena están sustentadas en “informaciones particulares”, calificando su informe de “falaz” y “tendencioso”.
Puerto La Cruz / Redacción Mundo